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RÍO DE JANEIRO.- Un nuevo golpe para la presidenta brasileña Dilma Rousseff, la Procuraduría General de la República habría pedido al Supremo Tribunal Federal (STF) la investigación de la mandataria por intentos de obstrucción a la Justicia en el escándalo de corrupción en Petrobras, según aseguraron medios brasileños, cuando falta una semana para que el Senado decida si inicia un proceso de juicio político contra la jefa del Estado por manipulación de las cuentas públicas.
La solicitud habría sido realizada bajo sigilo ayer, cuando se reveló que el procurador general de la República, Rodrigo Janot, pidió también la investigación del mentor político de la mandataria, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, así como de tres actuales ministros del gabinete de Rousseff, Jaques Wagner (Gabinete Personal), Ricardo Berzoini (Secretaría de la Presidencia) y Edinho Silva (Comunicación Social), junto al asesor personal de la presidenta Giles de Azevedo, a otros exfuncionarios, y al presidente del Instituto Lula, Paulo Okamotto.
De acuerdo a la prensa brasileña, el pedido de Janot se basa en el acuerdo de delación premiada del senador Delcidio Amaral, exjefe de la bancada oficialista, del Partido de los Trabajadores (PT), quien a cambio de una reducción en su condena por su participación en el “petrolão” reveló detalles del esquema de sobornos en la compañía petrolera estatal. Según el defenestrado Amaral, tanto Rousseff como Lula intentaron de diversas formas obstaculizar las investigaciones sobre la red de corrupción, caso que está principalmente en manos del juez federal Sergio Moro, en Curitiba.
