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NUEVA YORK.- El Fondo Monetario Internacional (FMI) calculó una caída del PBI en Argentina del 2,6 % para este año y del 1,6 para 2019, peor que la estimada en el presupuesto presentado en el Congreso. Adjudicó esa retracción a factores externos y a la profundización del ajuste acordado por el presidente Mauricio Macri con el propio organismo para acceder a un crédito Stand-By.
El cálculo para el año próximo fue incluido en el informe de “Perspectivas Económicas Globales” presentado ayer en Bali, Indonesia. Es más pesimista que el del propio gobierno argentino, que en su proyecto de Presupuesto 2019 estimó que la contracción del PBI sería del 0,5 %.
Lo curioso es que el FMI adjudica la reciente “volatilidad de los mercados financieros” a la “incertidumbre persistente sobre el éxito del plan de estabilización subyacente al programa” acordado con el propio Fondo. El documento también culpa al “endurecimiento de las condiciones financieras mundiales” y a “un escándalo de corrupción interno”.
El organismo y el Ejecutivo pactaron en junio un plan de ayuda financiera por valor de 50.000 millones de dólares y tres años de duración, a los que se sumaron 7.100 millones de dólares adicionales.
“En Argentina, se prevé una contracción del crecimiento del 2,9 por ciento en 2017 al 2,6 por ciento en 2018, lo cual supone una importante revisión a la baja respecto al pronóstico del informe WEO de abril de 2018, debido a las recientes perturbaciones en el mercado financiero, las elevadas tasas de interés reales y el más rápido avance en la consolidación fiscal impuesta por el Acuerdo Stand-By de acceso excepcional aprobado en junio”, dice el texto del Fondo.
