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ASUNCIÓN.- La unidad del oficialismo se percibe muy frágil puesto que se basa en 7 liderazgos diferentes, que tienen intereses y ambiciones particulares. Esto hace que Colorado Añetete esté al filo de la navaja porque su movimiento es el único que le garantiza cierto grado de gobernabilidad al presidente Mario Abdo Benítez.
Colorado Añetete está conformado por varios feudos, cada uno de los cuales es manejado por un líder, que tiene incidencia en su territorio y en ningún otro, salvo quizás el mismo Abdo Benítez, más que nada porque es el presidente de la República y el cargo le da un poder mayor que el del resto.
Sin embargo, es justo reconocer que en los momentos más álgidos de estos últimos meses, después de las elecciones de abril, el liderazgo de Abdo Benítez pareció desteñirse de una manera sorprendente, puesto que, en lugar de obtener mayor peso dentro del movimiento al ganar la Presidencia de la República, se volvió casi una figura decorativa, siendo que las decisiones fundamentales no pasaron por él.
Mientras el presidente decía que estaba de acuerdo con el juramento de Horacio Cartes y Nicanor Duarte Frutos como senadores electos y proclamados, la bancada añetete del Senado se aliaba con la oposición para impedir que esto pudiera realizarse. A tal punto, el liderazgo estuvo en el Congreso, que, finalmente, Abdo Benítez tuvo que adecuarse a lo dispuesto por sus legisladores, esos que debían haber recibido una firme bajada de línea de su parte.
Así que Marito puede que tenga el cargo de mayor poder, pero no el liderazgo del movimiento, lo que le hace depender en demasía del humor de Juan Carlos Galaverna, Silvio Ovelar, Nicanor Duarte Frutos, Enrique Bacchetta, Luis Alberto Castiglioni y el vicepresidente Hugo Velázquez, a quienes hasta ahora mantiene relativamente contentos con dádivas para ellos y su entorno.
El problema vendrá cuando se acerquen las internas de mediano del año próximo, y las fuerzas vayan decantando hacia un candidato u otro. De los señores feudales, hay 3, por lo menos, que pretenden ser presidente del Partido Colorado, Galaverna, Ovelar y Duarte Frutos. Esa será, de verdad, la prueba de fuego para el movimiento ya que las ambiciones de ellos presionarán bastante a Abdo Benítez y su decisión servirá para saber efectivamente hacia donde irá Colorado Añetete con su relación con el gobierno de la Nación.
