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El grupete de disidentes y opositores planea presentar una denuncia en contra del país ante inversores y organismos multilaterales, afirmando que los bonos soberanos son ilegales. La idea surgió del disidente Arnoldo Wiens y no tiene más objetivo que boicotear el gran avance obtenido en los últimos años a los ojos de la comunidad internacional.
ASUNCIÓN.- El grupo que parece que ya no es de 23 sino de 18 senadores disidentes y opositores, sigue planificando cuestiones que pudieran perjudicar al gobierno, sin que le importe en lo más mínimo que con ello el real perjudicado es el país.
Wiens propuso armar una cruzada recorriendo locales de organismos multilaterales para denunciar que los bonos soberanos del país son ilegales. Con esto pretende frenar la venida de inversores extranjeros que pudieran traer capital para dar un gran impulso a la economía nacional.
Lo único que pretenden estos personajes es perjudicar al gobierno de Horacio Cartes; no se les ocurre pensar el grave perjuicio que causarían a la ciudadanía si se salen con la suya y evitan que el capital extranjero llegue al país con ímpetu, generando oportunidades de trabajo y de una vida digna para un amplio sector ciudadano.
No es casualidad que este avieso plan surja justamente en el momento en el que la imagen del país está más alta que nunca para consideración de los organismos y la comunidad internacional. Casi a diario se sabe que los logros obtenidos, tanto en obras viales como en lucha contra la corrupción, son reconocidos por entidades reconocidas y respetadas en todo el mundo.
Esta es la situación que el grupete no tolera. Desde hace casi 2 años, disidentes y opositores se han dedicado a poner el palo a la rueda para entorpecer cualquier iniciativa del gobierno para sacar adelante al país, y no lo han logrado ya que, si bien manejan el Senado, en la Cámara de Diputados hay una mayoría oficialista que generalmente consigue poner las cosas en su sitio.
Esta actitud es la que hizo que este año no tuviéramos un Presupuesto General de la Nación y tengamos que manejarnos con el anterior. Pero el país sigue andando, a pesar de los conspiradores y agoreros.
