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ROMA – El Papa Francisco acompañado del obispo de Rieti, Domenico Pompili, realizó una visita sorpresa a la localidad de Amatrice, centro de Italia.

El distrito fue afectado por un terremoto de 6,2 grados el 24 de agosto provocando la muerte de 300 de sus ciudadanos.

El pontífice habría llegado al lugar a las 9:10AM (07H10 GMT), “Desde el primer momento, sentí la necesidad de estar aquí. De rezar con vosotros. De mostrar mi cercanía”, expresó en uno de los pocos contactos que hizo con la prensa en la ocasión.

Ya en el lugar, la autoridad religiosa visitó las escuelas, hospitales y viviendas de campañas instalados para los sobrevivientes del fenómeno natural.

Luego el santo padre visitó la parte más devastada de la ciudad, conocida como la “zona roja”, “Sigamos adelante mientras recordamos a nuestros seres queridos que murieron aquí bajo los escombros”, expresó mientras caminaba entre los restos que quedaron de los edificios.

“En este momento de tristeza y dolor, sigamos adelante mientras recordamos a nuestros seres queridos que murieron aquí bajo los escombros. Recemos por ellos”, agregó.

Actualmente los trabajos de auxilios aun siguen y en la zona se encuentran 1.800 personas afectadas.