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La decisión del Tribunal de Apelaciones de dar curso al pedido de la Fiscalía, de conceder una prórroga de 6 meses para las investigaciones del caso en el que está involucrado el diputado abdista Ulises Quintana, echa por tierra la esperanza de sus seguidores de que podría recuperar su libertad antes de las elecciones de mayo. Lo cierto es que, en el caso de que llegara a ganar, no podrá asumir el cargo, y todo volvería a foja cero.
ASUNCIÓN.- Las cosas se complicaron bastante para el legislador, preso en Viñas Cué por estar sindicado como cómplice de tráfico de drogas, enriquecimiento ilícito, lavado de dinero y tráfico de influencias. Desde que decidió lanzarse como precandidato a la intendencia de Ciudad del Este, sus abogados apostaban a que, al terminar la etapa investigativa de la Fiscalía, a principios de marzo, su defendido recuperaría la libertad y obtendría medidas sustitutivas mientras dure el juicio.
Sin embargo, la decisión del tribunal, integrado por los camaristas Pedro Mayor Martínez, Gustavo Santander y Gustavo Ocampos, de aprobar el pedido de la fiscala Lorena Ledesma, de prorrogar por 6 meses este plazo, es un duro golpe para la pretensión de Quintana de convertirse en intendente municipal de la capital del Alto Paraná.
La defensa se resiste a darse por vencida y a asumir que perdió la batalla, asegurando que seguirá peleando para que alguna instancia judicial, o el gobierno americano o de Tanganika logre que Quintana sea liberado de la prisión preventiva y obtenga medidas sustitutivas, porque, de esa manera, no tendría problema para postularse, competir y hasta ganar las municipales de mayo.
Pero la esperanza parece bastante absurda, porque la Fiscalía, el juez de primera instancia, un tribunal de apelación y la misma Corte Suprema de Justicia ya respondieron nones al requerimiento y se ratificaron en lo mismo, Ulises Quintana seguirá guardando prisión preventiva porque los hechos punibles de los que se le acusa son muy graves y tienen una expectativa de cárcel de más de 5 años.
Así que el abdista podrá competir en las internas, y hasta ganarlas, y luego ganar las municipales de mayo, pero a la hora de la verdad, no podrá asumir, porque seguirá en la cárcel, por lo menos hasta septiembre próximo, porque desde la cárcel no podrá ejercer la función de intendente. Todos los que pretenden apoyar la precandidatura de Quintana deberán empezar a analizar este escenario. Porque si ocurre lo dicho, todo el conflicto volverá a foja cero. Y la ciudadanía esteña ya no resiste tanto manoseo.
INSCRIPTO DESDE LA CÁRCEL DE VIÑAS CUÉ
Ulises Quintana pretendería convertirse en un nuevo Lino Oviedo, apelando al recurso de considerarse un perseguido político para despertar la simpatía ciudadana, aunque lo suyo suena bastante incoherente puesto que pertenece al movimiento oficialista, por lo que no queda claro quién lo persigue. Lo cierto es que está convencido de que ganará las internas coloradas y luego las municipales de Ciudad del Este, por eso fue el primero en inscribir su precandidatura ante el Tribunal Electoral Partidario de la ANR, y hace campaña desde el penal militar de Viñas Cué.
No es la primera vez que en nuestro país nos enfrentamos a personajes mesiánicos, que se consideran estar más allá del bien y el mal y que aducen persecución política cada vez que la Justicia los investiga y descubre algún chanchullo. Hasta ahora, durante los 30 años de transición, estos personajes no tuvieron cabida en los cargos obtenidos a través de elecciones, porque la ciudadanía ha dado un rotundo no a cualquier cuestión que implique un retroceso en nuestra historia.
Todo se repite, hasta el mismo tipo de seguidores, prepotente, violento y buscapleitos. Así fueron los oviedistas y así son ahora los seguidores de Quintana, quienes ya agredieron a tres agentes fiscales, y antes de eso, llegaron al Poder Judicial, encabezados por la líder añetete de Diputados, Jazmín Narváez, para presionar a la justicia y conseguir la libertad de su líder.
Personajes como Quintana son de cartón, ídolos con pies de barro, con muy poca vida política, afortunadamente. Por de pronto, está inscripto para las internas, aunque, en el supuesto caso de que gane las elecciones, no podrá asumir la intendencia, porque seguirá preso.
