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La política de achique de gastos rígidos sigue arrojando buenos resultados al plan de reversión del uso del dinero y destinarlo a inversiones públicas. El propósito de contención del gasto salarial bajó a G. 71 por cada G. 100; el más bajo de los últimos 5 años. Analistas destacan que no se debería salir de este plan la de reducir gastos en salario y favorecer la inversión física que está teniendo un repunte importante. Lo que se destina a obras de infraestructurasson vitales para el país, pues casi todos en el corto o mediano plazo dan retornos positivos a la población.
ASUNCIÓN.- La relación de gastos salariales sobre los ingresos tributarios es menor en los últimos 5 años, debido a la política de contención de gastos aplicada desde agosto del año pasado por el Gobierno Nacional. El informe de Situfin a julio de corriente muestra que de cada G. 100 de recaudación de impuesto, G. 71 va a pagos de salarios.
La contracción de estos gastos permite incrementar paulatinamente la inversión; esto lo refleja un informe de la oficina de Situación Financiera (Situfin) del ministerio de Hacienda que destaca un crecimiento del 31,6% de la inversión de la Administración Central. Esto significa una ejecución de G. 2.1 billones.
Un informe de Hacienda indica que “el crecimiento del gasto salarial en términos reales es del ‐3,4%, descontando el efecto de la inflación, tasa no observada en los últimos 10 años”.
El crecimiento de gastos a niveles inferiores que en los años anteriores, principalmente, una menor participación salarial implica destinar más recursos públicos en inversiones. A propósito el economista Juan Carlos Zarate, analista y consultor destacó que “tenemos más de 260.000 funcionarios públicos a nivel país y debemos seguir con el plan de racionalización al máximo y entonces tendremos más recursos para destinarlos a los propósitos de inversión”.
Un análisis del economista Luis Ramírez, del Centro de Análisis y Difusión de la Economía Paraguaya (Cadep) indica que “la inversión física de la Administración Central tuvo un repunte importante, cercano al 30%. El monto de US$ 295,4 millones anotado en el primer semestre de 2016 y los US$ 228,7 millones registrados en la primera mitad de 2015 representan las inversiones semestrales más relevantes en el quinquenio 2012-2016”.
Técnicos de la Subsecretaría de Estado de Economía resaltaron que la reducción del peso de los salarios sobre los recursos de la recaudación se explica realmente por la política de racionalización de gastos que se incluyó en el Presupuesto 2016 y que estableció un límite máximo del crecimiento del gasto salarial de 2,5%.
No obstante, el máximo crecimiento que pueden tener los gastos salariales es de 1,9% para asegurar que no se llegue a un nivel de estresar nuevamente la recaudación tributaria, que antes se mantenía en una ejecución histórica de prácticamente 97, 98% para salarios.
“SE DEBE APUNTAR A INCREMENTAR LA INVERSIÓN”
El criterio de analistas independientes es que los proyectos del Gobierno de reducción de gastos rígidos están dando buenos resultados, sin embargo agregan que debe insistirse hasta lograr bajar a niveles aún más importantes y que se reflejen esos resultados en la inversión pública.
Juan Carlos Zárate, economista y consultor dijo que “uno de los principales mecanismos que permitan poder incrementar lo destinado a Gastos Sociales radica en que el Gobierno debería de tratar de reducir aún más los Gastos Corrientes o rígidos destinados a pagos de salarios a funcionarios del sector público, dado que hoy día se destinan a dicho propósito G: 71 por cada G: 100 que se recauda”.
Agrega que los recursos destinados a gastos sociales provienen de F-10 (Recursos del Tesoro) y F-30 (Recursos Institucionales).
El porcentaje del 53% que los lleva el MOPC provienen de recursos generados por la emisión de Bonos Soberanos y a nivel local además de préstamos de organismos multilaterales internacionales, “pues estos son destinados a obras de infraestructura y por ende deben ser de largo plazo los recursos obtenidos”, indicó Zárate.
Lo que se destina a obras de infraestructurases vital para el país, pues casi todos en el corto o mediano plazo dan retornos positivos a la población.
“Sería bueno poder incrementar lo destinado a gastos sociales, pero también destinar más recursos en el campo a los pequeños y medianos productores, vía asistencia técnica,crediticia, asistencia en mercadeo, etc., que les permitan incrementar su producción más, diversificar sus líneas de cultivo y tratar de eliminar la intermediación que son los más beneficiados”, destacó el profesional.
