ADN Digital
Artículos relacionados
ASUNCIÓN.- (Por José María Troche).- Han pasado once fechas del Torneo Clausura y la tabla de posiciones, por primera vez en muchos años, no es encabezada por clubes que alguna vez fueron campeones del fútbol paraguayo de primera división. Para encontrar una situación similar, tendríamos que remontarnos hacia 1964 cuando Rubio Ñu lideró el campeonato durante toda la rueda inicial de ese año.
Es que la irregularidad de los llamados “grandes” facilitó el camino hacia el encumbramiento de un club campesino, dicho con todo el respeto y admiración que se merece, que fue capaz de levantarse por encima de los más poderosos de nuestro ambiente. Y no solamente aprovechó las irregularidades, sino que derrotó a Cerro Porteño y a Libertad 2-1, a Guaraní 1-0 y solo perdió con Olimpia, por la mínima diferencia. Nueve de los 20 puntos que tiene fueron ante los últimos campeones.
Mérito de un plantel solidario, donde lo que resalta es el equipo y se valora la enorme gestión de su dirección técnica, hasta tal punto que Aldo Bobadilla, que lleva apenas 4 años dirigiendo en primera, haya sido elegido para nuevo DT de Olimpia, tras el despido del tercer entrenador del año, Ever Almeida, exarquero como él. A lo largo de este torneo 8 de los componentes de la plantilla principal de General Díaz jugaron todos los partidos.
Y uno se pregunta: ¿Para qué sirven los millones? ¿Para qué tantas figuras? ¿Para qué tan caros entrenadores? Si al final un equipo con 10 por ciento de presupuesto que los grandes le pinta la cara a todos, derriba entrenadores y hasta se llevan su director técnico.
Este presente debería servir para revaluar un poco ese enorme monto en dólares que hoy día se llevan unos pocos entrenadores y unos cuantos jugadores supuestamente de “clase”. Si esto que ocurre está de acuerdo con las reales posibilidades del fútbol paraguayo, o no. Y mirar un poco más hacia el interior, y encontrar en las inagotables canteras de las inferiores, la solución a muchos de nuestros males.
Y pensar que esta gran campaña empezó con la intención de salvarse del descenso, cosa que ya casi la consiguió, y ahora miran más alto, piensan más grande y seguro intentará General Díaz meterse entre los mejores y convertirse en nuevo campeón. ¿Por qué no? En el fútbol paraguayo de hoy, todo es posible.
