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ASUNCIÓN.- El clásico Luqueño no defraudó ya que produjo emociones a raudales. Dos goles, un penal marrado, varias amonestaciones, innumerables situaciones de riesgo ante cada valla, como fruto del gran esfuerzo que pusieron ambos para alcanzar el resultado apetecido. Se lo levó general Días por 2-1 con goles de Julio Aguilar y Julio Doldán, uno en cada etapa. Descontó Derlis Alegre para Luqueño.
Tras los primeros minutos, como de estudio, se vio a las claras que las fuerzas estaban parejas y que no había derecho a equivocarse. Ninguno de los dos lo tenía. Y se repartieron el protagonismo de las acciones, becando la apertura del marcador, en medio de una temperatura agobiante que a la hora del comienzo del encuentro superaba los 40 grados de sensación térmica.
Y la temperatura del partido creció aún más cuando a los 12 minutos, Guido Di Vanni, dentro del área y en medio del festival de agarrones, derribó a un adversario. El árbitro, a instancias de un asistente marcó la pena máxima, como siempre muy protestada y como siempre también, estéril. Cobró con autoridad Julio Aguilar y adelantó a los “aviadores” en el marcador. En otra jugada similar, Di Vanni fue el derribado, pero el penal cobrado por Adrián Fernández resultó totalmente desviado.
Sin embargo no era el resultado de una superioridad manifiesta sino de una jugada aislada. Porque fue Luqueño el que se acomodó más rápido en el partido y poco a poco fue inclinando la cancha, gracias a la gestión de Marín y vera en la mitad de la cancha, una gestión que creció aún más cuando ingresó Alexis Rojas por Víctor Villalba, el sub 19 que había aportado poco. Y en una lujosa jugada, ya cuando iban 38 minutos de la etapa inicial, Derlis Alegre aprovechó un centro de Di Vanni para establecer el empate.
El interés del partido se mantuvo a lo largo de toda la etapa de fondo. La entrada de Cano contribuyó a hacer más activa la intención ofensiva de General Díaz, mientras Luqueño se diluía paulatinamente. Como en la primera etapa, madrugó de nuevo General Díaz cuando un largo pelotazo desde el fondo de la defensa, capturó Julio Doldán para superar a una estática defensa.
Y el delantero, con habilidad y precisión, elevó la pelota sobre la desesperada salida de Víctor centurión y él mismo recogió la pelota y con un suave cabezazo, con la valla en blanco, concretó el gol de la victoria. Luqueño no tuvo capacidad de reacción y pagó cara esta visita a su vecino de ciudad.
