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ASUNCIÓN.- Un acuerdo entre los gobiernos de Bolivia y Paraguay permitió la importación de Gas Licuado de Petróleo (GLP) a precios muy competitivos, que terminó por romper la casi exclusiva dependencia de Argentina. Este evento enervó los ánimos de los emblemas privados que veían caer el plan oligopólico con el ingreso de Petropar al mercado del gas con precios muy por debajo del sector privado.
Desde el 2016, el usuario recarga su garrafa a G. 5.000 el kilo, o lo llena (balón de 10 kilos) a G. 50.000. “La gente ya tiene a su alcance el producto a un precio comparativo más bajo”, explicó Eddie Jara Rojas, presidente de Petropar.
La demanda superó ampliamente la capacidad de almacenaje de la planta de Villa Elisa y la compañía se fue obligada a adelantar la compra de nuevas partidas, hecho que también va acelerar la expansión con estaciones de servicios y también aumentar la modalidad de Gas Móvil en zonas donde no llega aún Petropar.
En esta primera etapa, la ventaja llega a los departamentos Central y Cordillera y la recarga se realiza en cinco ciudades, “con metas de expansión bien definidas hacia otros centros de expendio”, dijo Jara Rojas.
Explica un informe de gestión de Petropar que “este precio más económico, con el peso correcto, garantiza un mayor rendimiento en favor de los usuarios”.
El ingreso de Petropar al mercado como un competidor más acabó por completo con el eterno oligopolio de cinco empresas que se dedican a este negocio que manejaban los precios a su antojo. “Nosotros no perdemos, tenemos un margen importante y no se hace necesario subsidiar la venta, que es lo que hacían administraciones anteriores y terminaron perjudicando a los intereses de Petropar y del Estado”, dijo el funcionario.
En los planes de expansión se apunta a crear y equipar a diciembre de este año más de 60 estaciones de servicios con el emblema de Petropar.
