LAURELES, Dpto. de Ñeembucú.- El gobernador de Ñeembucú, Luis Benítez, tampoco se salva de los enormes cráteres que se forman después de las lluvias y de las inundaciones. Este sábado, mientras se dirigía a la localidad de Laureles, su camioneta fue engullida por un bache que se tragó prácticamente la mitad del camino tipo ripio.
El pavimento de la ruta había sido ordenado por su antecesor Carlos Silva, a la empresa BGF S.A., que rellenó la vía con desechos de cantera.
El gobernador vivenció en carne propia la realidad de muchos pobladores que a diario deben ingeniarse para transitar por estos lugares y evitar el aislamiento.
En las mismas condiciones se encuentran varias otras comunidades del departamento, a consecuencia de las constantes precipitaciones que han provocado el desborde de varios arroyos.