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Desde tempranas horas de este domingo, integrantes de la Corriente Sindical Clasista (CSC) se congregaron frente al Panteón de los Héroes, donde reclamaron varias reivindicaciones a favor de los trabajadores en su día. Una de las principales peticiones que hicieron fue el aumento salarial. En tal sentido, Guillermo Sosa, ministro de Trabajo, en representación del gobierno, salió al paso de las peticiones y aclaró que no amerita reajustar el sueldo mínimo. Aseguró, inclusive que bajaron los precios de los productos de la canasta familiar.
ASUNCIÓN.- Entre las reivindicaciones de los manifestantes se mencionó el respeto a las ocho horas laborales, la defensa de los fondos del IPS, la reforma agraria, salud, educación y una remuneración justa. “El gobierno está congelando el salario, se viola la libertad sindical”, aseguró Eduardo Ojeda, dirigente de la CSC. Las respuestas del gobierno no se hicieron esperar y salió al paso de los dirigentes sindicales a través del ministro del Trabajo, Guillermo Sosa.
El secretario de Estado se refirió a los reclamos de las centrales obreras y otros sectores que se movilizaron ayer en el microcentro de Asunción en conmemoración del Día Internacional del Trabajador que se recordó este domingo. El alto funcionario aseguró que “compartimos sus deseos de mejorar el poder adquisitivo”, pero aclaró que no se prevé aumento salarial alguno, ya que no se reúnen las condiciones técnicas necesarias, según sus argumentos.
En tanto, los manifestantes calificaron la situación económica del país como” un duro momento” al tiempo de denunciar la violación de los derechos laborales contra los trabajadores, según dijeron durante la movilización. El último incremento del salario mínimo se dio hace poco más de dos años, en 2014, cuando se pasó de G. 1.658.232, monto fijado en 2011, a G. 1.824.055. Según habían establecido las autoridades, para reajustar el salario mínimo se debe dar una serie de requisitos, entre ellos, una inflación de al menos 10%.
Al respecto, Sosa justificó su postura señalando que “no tenemos una inflación galopante” e inclusive mencionó que hubo reducción de precios de varios productos. “En este mes volvimos a tener deflación, han caído los precios, no puedo anunciarles una noticia en ese sentido, porque no se cumplieron los requisitos legales”, reiteró.
“Este gobierno a través del ministro Guillermo Sosa, frena, encarpeta y rechaza a aquellas organizaciones sindicales que buscan homologar sus documentos, en consecuencia se han dando despidos injustificados”, aseguró Ojeda durante la manifestación.
Por su parte, el ministro Sosa garantizó que se buscará la desprecarización laboral para quienes ganan por debajo del sueldo básico. “Lo que queremos es que la mayor cantidad de gente pueda perseguir el salario mínimo”, añadió.
Aclaró que el Estado acompañará la lucha de los obreros velando para que no se pierda el poder adquisitivo de los trabajadores. “Quiero asegurarles que como gobierno compartimos y luchamos para que no se pierda el poder adquisitivo de los salarios”, refirió.
MOVILIZACIONES A NIVEL MUNDIAL
El Día del Trabajo, que se celebra en numerosos países, nació en Chicago en 1886 por iniciativa de un movimiento sindical que reclamaba una jornada laboral de ocho horas. Las manifestaciones del 1 de mayo tuvieron lugar este domingo en todo el mundo, con gritos de apoyo al gobierno en Cuba y protestas contra los recortes sociales en Madrid, a menos de dos meses de las elecciones legislativas en España.
En Cuba, cientos de miles de trabajadores cubanos marcharon este domingo en apoyo a las medidas de flexibilización económica de Raúl Castro, quien presidió la movilización en La Habana, y a los amenazados gobiernos de Brasil y Venezuela.
En Estambul, Turquía, la Policía utilizó gases lacrimógenos y cañones de agua para dispersar a los manifestantes en varios lugares de la ciudad, principalmente en los alrededores de la célebre plaza Taksim, que suele albergar protestas.
En Corea del Sur, decenas de miles de personas protestaron contra una reforma anunciada de las condiciones de trabajo, un proyecto de la presidente Park Geun-Hye y de su partido, conservador, que prevé facilitar las condiciones de despido.
En Francia, la fiesta del trabajo se desarrollaba en un ambiente particularmente tenso, después de dos meses de protestas contra un proyecto de ley del trabajo y de numerosas manifestaciones plagadas de violencia. Una marcha unitaria de sindicatos, reunidos por primera vez en siete años, se realizó bajo una alta vigilancia policial. Poco después se registraron los primeros incidentes.
En Madrid, varios miles de personas, incluidos los líderes del partido Socialista, Pedro Sánchez, y del partido ecolo-comunista Izquierda Unida, Alberto Garzón, desfilaron en una marcha organizada por los sindicatos CCOO y UGT, tras una pancarta que rezaba “Contra la pobreza salarial y social, trabajo y derechos”.
