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ASUNCIÓN. Con insistencia se habla de la necesidad de reducir el gasto público, con el objetivo de ordenar la situación financiera de nuestro país. Y a ese efecto, hace dos meses, el presidente de la Republica, Mario Abdo Benítez, estableció una alianza con el Banco Mundial, por la cual, ésta apoyará el programa de gobierno comprendido entre los años 2018 y 2023.
Entre ellos, uno de los apoyos específicos será a la Dirección Nacional de Aduanas (DNA) para una mayor eficiencia de sus mecanismos de control, así como la agilización de las importaciones y exportaciones, y a la Dirección Nacional de Contrataciones Públicas (DNCP) para mejorar la eficiencia del gasto público.
Pero, ¿El gobierno está dispuesto a asumir el costo político?, a la hora de reducir los gastos públicos. Muy difícil que se anime, aunque necesariamente se debe llegar a eso para desarrollar el programa de gobierno 2018-2023, basado en el fortalecimiento del capital humano y la competitividad económica.
Abdo Benítez se reunió con la presidenta interina del Banco Mundial, Kristalina Georgieva, en el marco del Foro Económico Mundial, en la ciudad de Davos, Suiza. Logró su objetivo, pero de ahí que haga cumplir en nuestro país, se ve complicado.
El nuevo Marco de Alianza País, del Banco Mundial con Paraguay, establece el programa de operaciones y asistencia técnica para el periodo 2018-2023, para evolucionar hacia un modelo económico sostenible, apoya decisivamente la inversión en capital humano y las mejoras en la lucha contra la corrupción y el fortalecimiento institucional.
Para que estos tengan resultado, se debe realizar los esfuerzos para lograr una política fiscal con mayor equidad.
