ADN Digital
Ni si alguien lo practica de manera metódica, por un largo periodo, le saldría tan perfecto. De hecho se ejercitaron durante 12 largos meses. Una jugada maestra, de pizarrón. Y cuando creían estar en condiciones de liquidar el partido, chutaron con fuerza e hicieron el gol… solo que en su propio arco. Así podría resumirse el tremendo fiasco periodístico protagonizado ayer por el grupo ABC Color, en ocasión de la entrevista realizada al único imputado por el crimen de Rodrigo Quintana, el suboficial Gustavo Florentín, de quien esperaban al menos una insinuación, sino una confirmación, de que los policías que ingresaron a la sede del PLRA, aquella madrugada del 1 de abril del 2017, lo hicieron en cumplimiento de una “orden superior”. Pero en contra de sus pronósticos y deseos más profundos, la versión dada por el uniformado derrumbó, en pocos minutos, la mentira que Zuccolillo y sus periodistas habían montado durante un año.
El operativo mediático tenía dos objetivos muy precisos: Primero, acusar al presidente de la República y a sus principales colaboradores de haber impartido la orden de ingresar al local del partido liberal y, más grave aún, de asesinar al joven activista político. Segundo, ocultar la innegable responsabilidad intelectual de ABC color y Radio Cardinal en los trágicos sucesos del 31M, que estuvieron antecedidos por una prédica sistemática a favor de la violencia de parte de dichos medios.
Gastaron toneladas de papel, mucha tinta y cientos de horas de aire para instalar la “verdad” que se ajustaba a sus intereses. Una maniobra perversa, aunque inteligente, porque alejaba a los medios de Zuccolillo de la tormenta que habían provocado y ponía en el banquillo de los acusados a los archi enemigos de “Don Acero”. Llegaron al extremo de cambiar el libreto respecto al presunto autor material del crimen de Rodrigo (el suboficial Florentín), para quien antes pedían la horca, presentándolo ahora como una víctima, en el afán de que éste corrobore la “versión” creada por los novelistas del diario. Y estaban tan seguros de lograrlo, de dar así un violento zarpazo al oficialismo, a 20 días de las elecciones, que se lanzaron sin dudar a entrevistarlo. Pero se encontraron con la ingrata sorpresa de que Florentín respondió con mucha soltura a todas las preguntas, pero en sentido opuesto a lo que pretendían.
“No hubo orden superior para ingresar al PLRA”. “La orden que recibimos del comisario Cantero fue que vayamos al diario ABC porque había una turba que quería incendiar el diario”. “Al PLRA nos vamos en persecución de estos manifestantes que seguían realizando destrozos y saqueos a vehículos”. “No teníamos como plan ingresar (al PLRA), pero la turba no se tranquilizó y desde adentro empezaron a tirarnos piedras”. “Uno de nuestros camaradas estaba herido y el llamado de oficial caído es para que actuemos”. “No sabíamos que esa era la sede del Partido Liberal”. Estas fueron algunas de las tajantes afirmaciones del suboficial, quien seguramente pasará a ser nuevamente vilipendiado por ABC y radio Cardinal. Pero ante las reiteradas preguntas de la periodista, que tenía la directriz de obtener la respuesta de quién fue el que ordenó el ingreso, Florentín no vaciló en responder lo siguiente: “No sé por qué se concentran en eso. El comisario Amado Cantero dio la orden para ingresar”.
Quienes escucharon la entrevista habrán notado que Florentín no titubeó en ningún pasaje del intenso interrogatorio, ni se contradijo, ni evidenció el menor nerviosismo.
Así, 12 meses de falsedades se desmoronaron como castillo de naipes y el anhelado golazo terminó siendo en contra, aunque ABC y Radio Cardinal, tras semejante bochorno, intenten proseguir con su malograda campaña, que terminara diluyéndose sin pena ni gloria, como tantas otras.