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ASUNCIÓN.- Durante la Semana Santa se observó y se constató el gran decaimiento económico en nuestro país, tanto en el campo como en la ciudad. El movimiento comercial y las actividades estuvieron por debajo de los años anteriores. “Las ventas disminuyeron en un 50 por ciento”, manifestó Ricardo Ramírez, propietario de un centro comercial en Caazapá. “Es preocupante esta situación, porque no nos gustaría empezar a disminuir el plantel del personal, pero creo que no vamos a tener otra alternativa”, manifestó.
En tanto, los productores de mercaderías de mucha demanda en la Semana Santa, también se quejaron, porque se prepararon con mucho optimismo y se quedaron casi con la totalidad de stock.
Hasta los viajes al interior fueron muy reducidos este año, con motivo de los días feriados. Eso se reflejó en el regreso hacia la capital el Domingo de Pascua. Fue bastante tranquilo el retorno.
En Asunción y sus alrededores, también las quejas son constantes. Los grandes supermercados tuvieron ventas reducidas también a un 30 por ciento con relación al 2018.
“Iva’i la porte, ndaipori plata” (está fea la situación, no hay plata), es la expresión más utilizada en los últimos tiempos, en todos los sectores.
Ante este momento crítico, expertos indican que en nuestro país se registró una notable acumulación de liquidez hasta el 2018, lo que hizo disminuir las tasas de interés significativamente.
Con este panorama se sugiere fomentar el crédito bancario “para dinamizar la economía”, manifestó Raúl Vera Bogado, expresidente del Banco Central del Paraguay.
Explicó que la cartera de crédito para las inversiones sí puede agilizar el ritmo, que ya necesita transformaciones, atendiendo a la desaceleración existente. Además, expuso que el promedio de riesgo de premio para los bonos emitidos por las economías emergentes es de 390 puntos básicos, y que Paraguay se encuentra por debajo de ese promedio, lo que le favorece enormemente.
El bancario destacó que los fundamentos macroeconómicos beneficiosos para el país están asentados en la adecuada posición de las reservas internacionales, lo que representa poco más del 20% del PIB, lo cual significa que el BCP tiene suficiente “poder de mercado para evitar movimientos erráticos del tipo de cambio”, mientras que la inflación viene siendo controlada desde diciembre de 1994 hasta el presente.
“Con esto, el sistema financiero está adecuadamente preparado para responder a la reactivación de la demanda agregada”, enfatizó.
