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ASUNCIÓN.- El “mejoramiento” de la avenida Primer Presidente no duró ni 10 días, porque desde la semana pasada ya se encuentra de vuelta con profundos deterioros. El intendente Mario Ferreiro inauguró el 6 de setiembre pasado como la “gran” obra, pero no aguantó ni la primera lluvia. La inversión fue de G. 11.000 millones, según anunciaron.
Ferreiro ya está perdiendo casi totalmente la popularidad que tenía, en menos de tres años de gestión. En los últimos tiempos arrecian las críticas, por sus aparentes desacertadas actuaciones y por sobre todo, porque no brindan soluciones a la deteriorada infraestructura vial de la ciudad.
Hace 13 días inauguró el recapado de la Avenida Primer Presidente, desde Madame Linch hasta Itapúa. Presentó como un emprendimiento de gran envergadura y por sobre todo, costoso.
Sin embargo, esa “gran” obra no pudo aguantar la primera lluvia. Para muchos, en las redes sociales, es “otro récord de Mario”. Se destaca que inauguró “con un vanagloriado festejo las obras de mejoramiento vial, pero la capa no soportó la lluvia del domingo, ya está de vuelta con profundos agujeros”.
Decía Mario Ferreiro: “Un trabajo más que fue concluido para comodidad de la ciudadanía”, en el acto de inauguración el pasado 6 de setiembre.
El recapado fue de un tramo de cinco kilómetros. Según había anunciado la Comuna en un video publicitario, se realizaron trabajos de bacheo, tratamiento de la base y posteriormente se restituyó y regularizó la carpeta asfáltica sobre los clásicos adoquines que ya se hallaban en estado deplorable.
Agrega que el paquete de las obras entre las que se encontraba la citada avenida, tuvo una inversión superior a los G. 11.000 millones. El área de trabajo era de 132 cuadras y los trabajos se adjudicaron a las firmas DC Ingeniería y Los Trigales SA.
El “tratamiento de base” que incluyó el trabajo, no tuvo el efecto deseado. Usuarios de redes sociales reportaron ayer lunes que la avenida Primer Presidente volvió amanecer con profundas grietas, aparentemente producidas por caños rotos de la Essap SA.
Si bien el mantenimiento de los caños es responsabilidad de la aguatera estatal, la grieta es una prueba de que no existen trabajos coordinados entre la Comuna y la empresa por lo que los usuarios y contribuyentes volvieron a recibir promesas por parte de las autoridades que la semana pasada se reunieron prometiendo “obras conjuntas”. Fueron los detalles difundidos de la obra, que ya está de vuelta destruida.
