Mario Abdo Benítez, precandidato por Añetete. Santiago Peña, precandidato por HC.
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Grandes diferencias entre presidenciables

Son varias las diferencias entre los 2 presidenciables colorados, Santiago Peña (HC) y Mario Abdo Benítez (CA). El oficialista tiene 20 años de experiencia en la función pública, amplio conocimiento sobre políticas de Estado y una limpia trayectoria. El disidente siempre vivió del Estado sin trabajar para él, es improvisado y ni siquiera está en condiciones de discutir sobre programas de gobierno, por eso huye del debate.

ASUNCIÓN.- A menudo, antes de un desafío electoral, los contendientes, sean del partido que fueren, dicen que lo que está en juego es el modelo de país. Pero en el caso colorado, esto es bien palpable puesto que las diferencias que existen entre los 2 precandidatos así lo demuestran.

Peña es la eficiencia, la eficacia y la honestidad. Trabajó 20 años para el Estado, pero jamás se aprovechó del Estado. No conoce la riqueza, pero sí el sacrificio y, como suele repetir a menudo, puede mirar a la cara a quien sea porque no tiene nada de qué avergonzarse.

Abdo Benítez jamás trabajó para el Estado –salvo como senador en este período, aunque trabajar es un decir- pero vivió del Estado toda su vida, primero con los privilegios de ser hijo del secretario privado del dictador, y luego con la herencia malhabida que le dejó su padre. No tiene idea de lo que son las políticas públicas y lo más cerca que estuvo de las necesidades de la gente fue durante esta gira proselitista en la que, en lugar de prometer que mejorará la calidad de vida de los paraguayos, lo que hizo fue atacar a su contendiente.

Santi tiene propuestas tan concretas, que hasta pudo compendiarlas en un proyecto de más de 100 páginas que hace 2 días presentó ante la ciudadanía, en donde está detallado, punto por punto, todo lo que piensa hacer en su gobierno en áreas bien específicas. Es más, hasta explica de dónde sacará el dinero para financiar esos proyectos.

Las diferencias son tan abismales, que Marito –luego de 2 experiencias traumáticas y de que algunos cibernautas lo calificaran como “lápiz mbyky”- decidió evitar los debates con Peña, consciente de que no tiene ninguna posibilidad de discutir, en igualdad de condiciones, ningún programa de gobierno ni acción concreta que piense emprender en el caso de ser elegido presidente de la República.

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