VIENA – El Grupo Internacional de Apoyo a Siria (GISS, por sus siglas en ingles), se encuentra reunido en la capital de Austria buscando una solución al conflicto en el país árabe.
Las reuniones están presididas por el secretario de estado de los Estados Unidos, John Kerry, el ministro del Exterior de Rusia, Serguéi Lavrov y el emisario especial de la ONU para Siria, Staffan de Mistura.
La delegación estadounidense redacto un documento con los siguientes objetivos: “Consolidar el cese de las hostilidades, garantizar un acceso humanitario a todo el país y acelerar la transición política”. Ese tercer punto es el que plantea mayores obstáculos.
Los negociadores buscan poner en marcha a partir del 1 de agosto un órgano sirio de transición política previsto también por una resolución de la ONU. John Kerry dijo que esa fecha es “objetiva” y no un plazo límite para la transición en ese país.
“No hay un futuro sostenible para Siria con Al Assad”, afirmó el ministro alemán de Relaciones Exteriores Frank-Walter Steinmeier y agregó, “Es por esto que debemos discutir, bajo los auspicios de la ONU, las modalidades de un gobierno de transición y poner las cosas en la buena dirección”.
“Desafortunadamente parece que algunos persisten en que quieren perseguir una solución militar, una ilusión que tiene que llegar a su fin para poder buscar una solución política”, indicó el ministro iraní de Asuntos Exteriores, Mohamad Yavad Zarif,
Por su parte Lavrov dijo que “Rusia no apoya a Assad sino al ejército sirio contra el terrorismo”.
El destino de Al Assad es la cuestión clave que opone a las potencias mundiales y regionales del GISS, Rusia e Irán están a favor del esfuerzo diplomático del grupo pero al mismo tiempo son un apoyo decisivo del régimen sirio en el terreno.
El GISS está formado por 17 países, entre ellos Estados Unidos, Rusia, Arabia Saudí e Irán y tres organizaciones internacionales que incluyen a la Unión Europea.