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BUENOS AIRES.- Horacio Quiroga, exsocio de Lázaro Báez en sus empresas petroleras, fue hallado muerto en la mañana de ayer en el baño de su departamento porteño, de la calle Callao 1.150, cuando su hijo, junto a personal policial, ingresó por la fuerza y lo encontró tirado en el baño y con un golpe en la cabeza.
Según fuentes policiales, fue su hijo de diez años quien primero lo encontró y luego facilitó el ingreso a la Policía al departamento. Allí encontraron que el empresario “estaba convulsionado y falleció”. Por ahora, se pudo determinar que el hombre “tiene un traumatismo de cráneo y había sangre en el baño”, que estaba con las puertas cerradas. Además, presentaba un corte en la frente de alrededor de 10 cm. No se descarta que el hombre, de 65 años, se haya caído “porque era enfermo respiratorio”.
La Policía Federal realiza peritajes en el lugar y todavía se desconoce el motivo de su muerte.
Quiroga fue presidente de las empresas petroleras de Báez, “Epsur” y “Mishar”. Es un personaje clave de la trama del caso Báez, ya que fue uno de las primeros de su entorno que reveló la relación entre el empresario de Santa Cruz y el matrimonio Kirchner.
“Las indicaciones y órdenes las recibía Báez de Néstor Kirchner “, dijo Quiroga en septiembre de 2013 ante un escribano público en la casa de la diputada Elisa Carrió. Esa declaración fue acercada ante los jueces federales Sebastián Casanello y Julián Ercolini, que investigaban al empresario en distintas causas.
En ese entonces, Quiroga fue citado por el juez Casanello por sus dichos a la revista Noticias, en los que afirmó que Kirchner envió a esas empresas siete millones de dólares en efectivo.
“Era plata que nos mandó Kichner para Lázaro Báez. Unos 7 millones de dólares. La contaron arriba de una mesa”, dijo Quiroga en un reportaje con Noticias.
