ADN Digital
El Día de la Mujer Paraguaya que se recordó el sábado, fue celebrado por todo lo alto. Con múltiples recordaciones del fantástico calificativo del papa Francisco, de que se trata de la ”Más gloriosa de América”, entre otras manifestaciones. Pero…debemos decirlo. En realidad la celebración fue “casi” igual a todos los años. Siempre pues se recuerda la fecha con rimbombantes pronunciamientos y comunicados de ONGs aprovechadas o no que viven de esto, pero que jamás mueven un dedo para las soluciones de fondo, salvo honrosas excepciones que siempre las hay.
También las feministas hicieron su zapateo habitual elevando denuncias formales sobre la “denigrante condición de la mujer”, recordando cifras de feminicidios, etc. no decimos que esto estuviera mal. Perfecto. Es lo que hacen siempre.
Pero este año hubo algo que se salió de lo “normal” en esa recordación. Se comentó un poco el hecho, pero hasta ahí nomás, cuando que en realidad debió haber sido una fiesta nacional, algo que nunca antes se había logrado, ni siquiera pensado, estaba siendo inaugurado tranquilamente por el Jefe de Estado. En realidad con ese acto se estaba marcando un hito en la historia de la defensa de los derechos de la mujer en el Paraguay y en la mayoría de los países de Latinoamérica.
Se trata, ya lo habrán imaginado, de la inauguración de la Ciudad Mujer.
La mayoría lo habrá escuchado, sin saber lo que significa eso y mucho menos sobre las tareas que se van a desarrollar en el sitio.
Vamos a abreviar calificativos. Se trata de algo del primer mundo, como solemos decir. Y su denominación le viene súper bien. “Ciudad Mujer”, allí encontrarán de todo, desde acompañamiento psicológico, pasando por atenciones médicas, asesorías legales, toda una cadena de instituciones para recibir sus denuncias, Fiscalía, Policía, guardería para sus niños mientras realizan sus trámites, etc. En este momento están aguardando un costosísimo equipo de densitometría ósea, con lo cual se estaría completando un eficiente equipamiento para análisis médicos.
Las funcionarias a cargo fueron entrenadas durante meses sobre cómo atender los casos que llegan. Se procuró cerrar todos los caminos a las improvisaciones, están los horarios de atención, guías para el usufructo de los servicios y cuando “Ciudad Mujer” no puede atender la demanda de una de ellas, entonces la derivan a los sitios correctos, pero haciendo un seguimiento del caso. No la abandonan nunca a su suerte.
Magnífico. Pocos países tienen el privilegio de contar con una institución como la que se inauguró el sábado e inicia sus actividades mañana.
Esto fue nada menos lo que se concretó el fin de semana. Y como siempre en nuestro país, no se alzaron las voces para destacar como corresponde este hecho.
En fin. Cualquiera pensaría también que el presidente Cartes ya bajaría los brazos, le queda tan poco tiempo de Gobierno. Pero no. Su consigna evidentemente es trabajar hasta el final. Sin que importe nada más que la construcción de un nuevo país, como lo prometió al asumir el cargo.