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Esta tarde, el Tribunal Electoral Partidario proclamará a Pedro Alliana como nuevo presidente de la Asociación Nacional Republicana (ANR) y a los miembros de la nueva Junta de Gobierno. Aunque en este tiempo mucho se ha hablado de unidad de todos los sectores, los dirigentes de la disidencia han decidido no asistir al acto, aunque quienes fueron electos desobedecerían la orden.
ASUNCIÓN.- Desde esta tarde y luego de 9 meses de espera, Alliana será el presidente de la ANR y terminará la época de Lilian Samaniego. Aunque se ha dado la orden de que la disidencia no participe, quienes fueron electos como miembros de la Junta de Gobierno por Colorado Añetete están dispuestos a asistir a su proclamación y participar de la primera sesión de la misma.
Varios son los desafíos que enfrentará Alliana sin apenas tener tiempo de instalarse en el despacho presidencial. Fundamentalmente, el papel del Partido Colorado como actor principal de la política nacional, algo que los disidentes reclaman y los oficialistas reconocen pues en el último tiempo todo el protagonismo de los colorados se ha volcado al Parlamento, dejando de lado a la Junta de Gobierno, el colegiado partidario que siempre ha tenido una importancia gravitante en la política nacional.
En varias declaraciones, Alliana ha manifestado su intención de volver a poner al partido en el epicentro del quehacer nacional, siempre trabajando de manera coordinada con el Poder Ejecutivo.
Con la proclamación de hoy termina el temor de que la convivencia entre la presidenta en ejercicio, Samaniego, y el presidente electo, Alliana, pudiera generar conflictos difíciles de manejar por la Junta de Gobierno. Esto lo había advertido el TEP cuando se decidió adelantar la elección del presidente 9 meses antes de que venciera el mandato de las autoridades en ejercicio, pero no fue más que un simple rumor que jamás se confirmó.
Alliana ya ha anunciado que hay dos temas fundamentales que la Junta de Gobierno tiene en agenda, la reelección presidencial y las alianzas electorales. En el primer caso, hay un grupo de diputados colorados que pretende presentar en las próximas semanas un proyecto de enmienda constitucional a fin permitir que el presidente Cartes pudiera postularse a un segundo mandato.
En cuanto a las alianzas electorales, un sector del partido considera que, teniendo en cuenta los resultados de las municipales pasadas, es tiempo de analizar la posibilidad de buscar acuerdos con otros sectores políticos de cara al 2018.
Ambos temas, la reelección y las alianzas electorales, deberán ser puestos a consideración de una convención colorada, que es la máxima autoridad del partido.
Todos quieren ser vicepresidentes
A diferencia de lo que ocurre en las elecciones generales, en las internas coloradas no compiten chapas sino candidatos a presidente, así que la elección de los dos vicepresidentes se hace recién luego de la proclamación y asunción del titular de la ANR.
Así que ahora, con Pedro Alliana como presidente, están en juego las vicepresidencias para terminar de conformar la mesa directiva de la Junta de Gobierno. Y resulta que el cargo se convirtió en la niña bonita para todos los sectores, que coquetean con el presidente Horacio Cartes, quien, como líder de Honor Colorado, será quien elija a los vicepresidentes.
Dentro mismo del oficialismo hay corrientes diferentes. Algunos le dicen a Cartes que HC ocupe todos los espacios, para evitar el crecimiento político de los disidentes. Otros dicen que no hace falta que sean de su propio movimiento pero sí de alguno afín, como Esperanza Colorada de Javier Zacarías Irún, quien apoyó a Alliana en las internas.
Y otros proponen que se abra el abanico de posibilidades y que algún cargo en la mesa directiva se le dé a Colorado Añetete, el movimiento de Mario Abdo Benítez, a fin de evitar un quiebre que podría tener resultados nefastos en 2018.
Así que hoy, Alliana asumirá la Presidencia pero su mesa directiva será resuelta recién en los próximos días.
