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El exministro de Hacienda, Manuel Ferreira, advirtió que el pago de “subsidio” a los campesinos puede llegar a los US$ 2.500 millones. Mencionó además que los labriegos dejaron de pagar sus deudas tanto al sector privado como a la banca pública, a la pesca de acogerse a la ley, propiciando una cesación de pago. Manifestó que la única forma de obtener recursos para “subsidiar” a los campesinos es recortando los programas que no son gastos rígidos, como adultos mayores, medicamentos y paralizar las obras viales.
ASUNCIÓN.- El exministro de Hacienda, Manuel Ferreira, advirtió sobre las consecuencias económicas que producirá el subsidio a los pequeños productores, tras la aprobación de una ley referente al tema en ambas cámaras del Congreso.
Ferreira explicó que hay temas por considerar sobre el pago de “subsidio” a los campesinos y uno de ellos es el monto. Destacó que según datos del censo 2008, existen 258.000 tenedores de tierras de menos de 30 hectáreas, que son los potenciales deudores. “Se habla de 17 mil beneficiarios, cantidad que nunca se supo de donde salió. Pero a partir de esta aprobación ya nadie va a pagar su cuenta. Entonces, ese número va a ir subiendo de manera significativa”, lamentó el exministro.
“Si es que llegamos a 250.000 personas, a un valor de US$ 10 mil, estamos hablando de US$ 2.500 millones. El otro problema serio que se presenta es que la ley no tiene límite, lo cual significa que puede prolongarse por varios años”, resaltó.
Dijo que el principal problema va a ser identificar a los verdaderos deudores de estos. Mencionó también otra ley que establece que no se puede declarar sujeto a créditos a cierta gente beneficiada con la normativa y lo más probable es que se entre en una lista y automáticamente los mencionados dejarán de tener acceso a los créditos. Así también las entidades bancarias pueden declarar de riesgosa a las personas que tienen menos de 50 ha y le marginan de los préstamos.
“Nosotros hicimos cálculo de cuanta gente compró nuevos artículos, electrodomésticos, motos y automóviles, dentro del sector rural en el último año. Estos datos están en la Dirección General de Estadísticas y Censo, encontramos que la deuda total es de US$ 450 millones, solamente en ese tipo de producto”, mencionó el exministro.
BANCO NO TIENE CAPACIDAD DE CONTROL
Según Ferreira, el banco no tiene la capacidad para controlar para que se presta el dinero. “En ese sentido el Estado tiene saber qué es lo que realmente hace; también lo que se puede hacer es sacar en la reglamentación, es decir, se da por pagada las deudas y el estado se vuelve acreedor de los bancos, pero si no paga generará una crisis financieras a las entidades crediticias”, explicó el profesional.
