Rodolfo Friedmann.
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“Huele mal”, dijeron a Friedmann cuando quiso tratar tema Antebi Cué

El proyecto de ley que busca legalizar la ocupación ilegal de las tierras conocidas como Antebi Cué fue postergado por un mes en el Senado, a propuesta de Rodolfo Friedmann, aunque algunos legisladores, como Enrique Bacchetta, le advirtieron que “algo huele mal” en el caso porque se estaba pretendiendo utilizar al Senado para legalizar una ilegalidad.

 

ASUNCIÓN.- Friedmann y Salyn Buzarquis se hicieron cargo del proyecto de Ley que establece un régimen especial y transitorio para la regularización de la tenencia y ocupación irregular, de fracciones de los inmuebles de las fincas conocidas como Antebi Cué, que habían sido expropiadas en el 95, que figuraba en el orden del día de la sesión de ayer.

Sin embargo, como no contaba con dictamen de comisión, Friedmann solicitó su postergación por 3 semanas, momento en el que se generó un debate corto, pero intenso ya que inmediatamente Bacchetta, compañero suyo de bancada, dijo que algo olía mal en todo ese asunto puesto que parecía que lo que pretendían los proyectistas era hacer que el Senado legalice algo ilegal, puesto que los ocupantes de esas fincas no tenían ningún argumento para pretender quedarse allí con la venia del Estado.

Enrique Riera apoyó esta postura, y dijo que quienes están ocupando las tierras no son sujetos de reforma agraria, por lo que no se podía concederles la propiedad de las mismas. De todos modos, el proyecto será dictaminado en la Comisión de Reforma Agraria y, en un mes, incluido en el orden del día del pleno. A pesar de ello todo parece indicar que habrá una mayoría en contra de su aprobación.

La propietaria original de esas tierras es la empresa Cipasa, que había recibido 42 millones de dólares cuando fueron expropiadas para ser destinadas a la reforma agraria. El representante legal es Roberto Antebi, amigo cercano de Friedmann, y es esto lo que habría motivado la sospecha de Bacchetta y otros legisladores, de que habría una intención de dar mayores beneficios al exdueño de las fincas, ya que recibiría más dinero en el caso de que se concretara la cesión de las mismas a sus ocupantes actuales.

Son 224 mil hectáreas ubicadas entre los departamentos de Concepción y Amambay. A pesar de la fortuna pagada por el Estado, jamás se puso en marcha ningún plan para hacerlas aptas para el cultivo y puedan ser cedidas a campesinos. Pocos años después fueron ocupadas por las personas que ahora reclaman la propiedad, sin tener ningún argumento legal para hacerlo.

El proyecto de ley que busca legalizar la ocupación ilegal en Antebi Cué, cuyo tratamiento fue postergado por un mes. Rodolfo Friedmann fue advertido de que “algo huele mal” en el tema.

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