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Con la muerte del líder de la Revolución Cubana Fidel Castro, Cuba se acerca a la era del poscastrismo en un país donde el mandato de su hermano Raúl, tiene fecha de vencimiento.También se desatan incertidumbres sobre el proceso de apertura entre EE.UU. y Cuba. Bernardino Cano Radil, embajador paraguayo en Cuba, refirió que aún es muy temprano para pronosticar el futuro político de la isla.
LA HABANA.- La desaparición del expresidente cubano se produce además en un escenario marcado por las expectativas que ha suscitado el histórico giro en las relaciones entre Cuba y EEUU, tras el restablecimiento de relaciones diplomáticas concretado en julio de 2015, que ha puesto fin a más de cinco décadas de enfrentamiento entre ambos países.
Durante décadas muchos se han preguntado si la Revolución cubana podría sobrevivir sin su máximo líder, cuya enfermedad y retirada del poder en 2006 ya abrió una nueva etapa en el país con el mandato de Raúl Castro, heredero y continuador del único régimen comunista de Occidente, pero con una impronta reformista. Consciente de que el reloj biológico es inexorable y de que el recambio generacional ha sido una de las asignaturas pendientes del régimen, el pragmático Raúl Castro, de 85 años, ha dado varios pasos para encaminar un relevo institucionalizado y moderado que asegure la pervivencia del sistema socialista cubano.
“Nosotros estamos concluyendo el cumplimiento de nuestro deber, hay que dar paso a nuevas generaciones o seguir abriéndoles paso paulatinamente”, afirmaba el general-presidente ya en 2006, pocos meses después de asumir las riendas del poder en Cuba tras la enfermedad de su hermano mayor.
Quizá por eso, cinco años después anunció la decisión de limitar los cargos políticos a un máximo de diez años (dos mandatos consecutivos), una medida sin precedentes que incluye al presidente del país.
Por su parte, el embajador paraguayo en Cuba, Bernardino Cano Radil, en cuanto al inicio de la era pos-castrimo, refirió que no se puede pronosticar lo que pasará con la desaparición física de Fidel Castro. Agregó que los cubanos le tienen un especial afecto al expresidente por haber puesto a Cuba en el mapa del mundo y que además su influencia política es muy fuerte entre los ciudadanos.
