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Los indígenas que anteriormente habitaban la comunidad Puerto Sauce, distrito de Minga Porâ, Dpto. de Alto Paraná, exigen la reposición de sus tierras ancestrales. Afirman que fueron desalojados porque el embalse podría inundar sus inmuebles, cosa que no sucedió y luego el predio fue vendido a un ciudadano alemán. Volvieron a ocuparla y fueron violentamente desalojados. Ahora son flanco de la mentira de los parlamentarios y viven en precarias condiciones en el lindero de la reserva de Itaipú.
MINGA PORÂ, Dpto. de Alto Paraná.- Según el sacerdote José Zanardini, en 1973 cuando fueron inundadas las zonas de influencias de la Itaipú binacional, 38 comunidades indígenas fueron evacuadas y todas fueron abandonadas a su suerte. Algunas obtuvieron tierras comprada por la iglesia y por otras instituciones, mientras que varias de ellas se quedaron con las manos vacías y entre ellas está la de Puerto Sauce, en total unas 100 personas.
Zanardini explicó que los pobladores de Puerto Sauce vieron que sus tierras no quedaron inundadas y la volvieron a ocupar, pero luego fueron notificados que parte del predio fue convertido en parque ecológico por la binacional y adentro quedó su cementerio tradicional (su tierra sagrada). Igualmente, unas 7.000 hectáreas de esas tierras fueron vendidas a un ciudadano alemán y ahí comenzó el pleito.
“Hace algunos años el Instituto Nacional del Indígena (INDI) le favoreció a los indígenas y les dijo quédense ahí hasta que solucionemos el problema jurídico y así pasaron los años. Lo lamentable es que el actual titular del Indi canceló la resolución del anterior presidente, que reconocía las tierras como ancestrales de los aborígenes”, señaló el religioso.
Por otra parte, según Zarandini, ya que los aborigenes ya estaban desprotegidos, el supuesto dueño (el alemán), obtuvo una orden de desalojo de un juez de Minga Porâ, y sin acompañamiento judicial e intervención jurídica, el 30 de setiembre pasado (hace 24 días) logró sacar a los indígenas de lugar. Los policías entraron y quemaron todo lo que se encontraba en la comunidad como ser los pequeños ranchos, las casitas, la escuelita, la iglesia donde hacían sus rituales.
Subrayó que los nativos no tuvieron otra cosa que hacer y huyeron de lugar, se instalaron al borde del parque ecológico de Itaipú, están al costado del alambrado en un pequeño pasillo de 20 a 30 metros. Soportan todo tipo de necesidades, en especial comidas y agua.
El religioso lamentó que las autoridades tanto locales, regionales como nacionales se hacen del desentendido del tema, lo abandonaron a su suerte. Indicó que solo dos monjas les están ayudando en todo lo que pueden, apoyadas por la pastoral indígena, incluso con abogados para defender el hábitat.
REUNIONES INSERVIBLES
Zarandini mencionó que hace aproximadamente 10 días se realizó una reunión en el parlamento, donde estuvo presente el titular de la Comisión de Asuntos Indígenas, la presidenta de Derechos Humanos de la cámara, senadores y diputados. Así también participó el comandante de la Policía Nacional, representantes de la Itaipú, del Indi y de la Fiscalía, es decir todo lo que está involucrado en el tema.
La meta era brindar protección víveres y seguridad a los indígenas afectados, pero tras más de 10 días de esa reunión, no pasó absolutamente nada. Igualmente, el pasado viernes se realizó otra reunión en la sede de la Municipalidad de Minga Porâ, donde también llegaron los diputados y senadores de la comisión de Asuntos Indígenas. También se hizo presente la senadora Esperanza Martínez (FG), pero hasta ahora no hicieron absolutamente nada.
