ADN Digital
Artículos relacionados
ASUNCIÓN.- El liberal Víctor Ríos cobra casi 70 millones de guaraníes en sus dos funciones, como diputado y rector de la Universidad Nacional de Pilar. Los funcionarios públicos han copado las redes sociales escrachándole por haber sido el autor del proyecto que deroga el artículo 40 de la Ley de Presupuesto de este año, eliminando todas las bonificaciones de quienes trabajan para el Estado.
Cuando uno tiene techo de vidrio debería guardar la compostura y tratar de mantenerse casi invisible. Es lo que hubiera hecho Ríos cuando los diputados tuvieron que retroceder en su decisión de dar un tercer aguinaldo a los funcionarios de las dos cámaras del Congreso.
Pero pudo más su debilidad por el vedetismo, así que no solo apoyó la eliminación de los privilegios, sino que la impulsó a través de un proyecto que deroga el artículo 40 de la Ley de PGN 2016, lo que hizo que los funcionarios públicos se sintieran indignados al comprobar que el tipo que cobra casi 70 millones de guaraníes –como diputado y rector/docente universitario) sea el que se sintiera con derecho de sacarles el tercer aguinaldo.
Resulta que el diputado liberal, tan interesado en eliminar los privilegios de los funcionarios públicos, que hasta consiguió que la cámara se convirtiera en comisión para que su proyecto pudiera ser aprobado en la misma sesión en la que lo presentó, recibe como legislador un total de 32.774.840 guaraníes; y en la Universidad Nacional de Pilar, donde es rector, docente, investigador y miembro del Consejo Superior Universitario, cobra 35.257.813 guaraníes en total, lo que suma la friolera de 68.032.653 guaraníes mensuales.
En medio de la tormenta, Ríos se defendió diciendo que su sueldo universitario no pasa de los 18 millones, aunque los datos le desmienten claramente. Dijo también que no hay nada ilegal en sus ingresos, y lo que indigna es que tiene razón. La Constitución dice que los legisladores solamente pueden dedicarse a la docencia, y es justamente lo que hace el liberal.
Pero estos son los privilegios que indignan, y tienen el mismo grado de injusticia que los dobles y triples aguinaldos que recibían los funcionarios públicos –que tampoco eran ilegales- y que Ríos se apuró en eliminar. Obviamente, nadie cree que vaya a renunciar a alguno de sus ingresos; pero esperemos que la próxima vez por lo menos se calle y guarde las apariencias.
