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ASUNCIÓN.- Según el jurista Jorge Vasconsellos, la intención del Ejecutivo de realizar una enmienda constitucional para involucrar a las Fuerzas Armadas en la seguridad interna no es más que una muestra de desesperación del gobierno. Para colmo, la inseguridad es tan grande que la ciudadanía aplaude la iniciativa sin darse cuenta de que está prendiendo vela a sus verdugos.

“La violencia no se combate con violencia. Si lo hacemos vamos a escalar hacia la cumbre de la montaña y el perjuicio va a ser superior. Se necesita otro tipo de medidas, como la modificación de nuestro Código Procesal, la Ley Orgánica del Ministerio Público, por ejemplo. Una serie de medidas que sirvan para dotarle al Estado de herramientas ágiles y adecuadas, y no alentados por la idea de que las armas van a encontrar la solución, involucrando a un órgano extraño al sistema represivo del Estado”, afirmó el experto.

Insistió con que “es una reacción desesperada a una crisis de seguridad que se vive ahora. Una improvisación que no nos va a conducir a resultados sino que nos va a llevar a situaciones que creíamos haber superado a partir del 89”.

Recordó que en la Constituyente del 92 se decidió separar a la Policía de las Fuerzas Armadas, evitando que “el ministro del Interior no esté en la cadena de mando, porque se quiso sacar el factor político en la conformación de la Policía Nacional. No tener más policía política y tener una policía profesional. No llegó el mensaje y se quiere retornar a lo de antes”.

Para colmo, destacó que se dice que con este cambio se pretende “aprovechar la capacidad ociosa de las Fuerzas Armadas. Como no tienen nada que hacer, que hagan algo. No se valora el rol de las Fuerzas Armadas en una sociedad democrática. Es grave, porque demuestra una desorientación, un desconocimiento, o mala intención de parte del gobierno”.

“La crisis de inseguridad social es tan grande que la respuesta ciudadana es prenderle vela al verdugo; que vengan los militares, cualquiera, pero que resuelva este problema. Es tan crítica la situación que vivimos, que no nos detenemos a mirar más allá de la necesidad de ir a una parada de ómnibus sin el temor de ser asaltado. Entonces, cualquier medida que brinde una sensación de seguridad es mucho más importante para la gente”, añadió.