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ASUNCIÓN.- Las últimas publicaciones que revelan el mecanismo financiero hecho por Patricia Samudio, presidente de Petropar, para retirar fondos del ente depositados en al Banco Nacional de Fomento (BNF) y llevarlos al GNB (privado). Esta entidad bancaria es acreedora de la empresa familiar Triqueta SA, administrada por su esposo José Costa Perdomo.
Triqueta SA tiene una deuda de G. 2 mil millones con GNB “y en setiembre pasado, Samudio transfirió del BNF al GNB G. 20 mil millones de Petropar. Esta entidad bancaria del sector privado cobra 10% por operaciones; justo coincide con el monto que Triqueta SA adeuda a GNB”, apunta parte de la investigación de Jorge Torres, periodista del Grupo Nación. Esta “coincidencia” también favoreció a otros bancos acreedores, Regional e Itapúa.
Cabe mencionar que está en vigencia el Decreto firmado por el expresidente Horacio Cartes que obliga a todos los entes del Estado que deben operar solo con el Banco Nacional de Fomento (BNF). Samudio pasó por alto este instrumento legal.
La compañía de Samudio tiene otras deudas con distribuidoras de combustibles, entre las que figuran Copetrol, Monte Alegre, Gasur, Barcos y Rodados, Petromax y otros.
En el caso Monte a precios anteriores a la suba. Esta empresa es propiedad de Conrado Hoeckle, asesor y amigo del jefe de Estado.
Esta operación benefició considerablemente a la empresa de Hoeckle debido que ahora vende el combustible a precios actualizados, o sea las dos partidas adquiridas antes del 29 de setiembre fueron a precios preferenciales lo que ahora le generará una ganancia de cerca de US$ 1 millón más.
El precio del combustible afecta de manera transversal a toda la economía; pasaje, canasta familiar etc., lo que obliga a concluir que Samudio sometió a 7 millones de habitantes para pagar su deuda.
Hasta el momento, Marito sigue sin entender que si sigue pagando favores políticos será la población la que terminará pagando y sufriendo las consecuencias.
