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Christian Alvarenga, presidente de La Fundación Protección Online, manifestó que el Internet puede ser de mucha utilidad y al mismo tiempo perjudicial, no solo para los niños, sino a todos los menores de edad. Recomendó a los padres tomar las debidas precauciones para evitar que accedan a todo tipo de contenidos. “La idea no es satanizar a la tecnología, sino simplemente que los padres entiendan de alguna manera los riesgos a los que están exponiendo los chicos si es que no toman las medidas de precauciones de poder educarlos para protegerlos”, afirmó.
ASUNCIÓN.- Alvarenga destacó que, de alguna manera, hay un cierto despertar en cuanto a tomar un poco más de conciencia, “pero en realidad no llegamos a los niveles que querríamos. Anteriormente, los chicos accedían a los dispositivos tecnológicos móviles, ya sean una tablet o smartphone, recién a los 10 a 12 años y cada año ese rango de edad va disminuyendo. En la actualidad hay chicos que están recién iniciando el año escolar y el papá, para estar en contacto con él, ya le provee de un dispositivo”, explicó.
Manifestó que todos los años se da esa renovación, de niños que acceden por primera vez a un Smartphone, “y tenemos que dimensionar la situación como padre de familia que la responsabilidad primaria la tenemos nosotros y no es la compañía o la operadora celular, tampoco el gobierno ni el colegio, sino papá y mamá. Son ellos los que van y firman un contrato para habilitar una línea y ponerlo en las manos de los chicos con un paquete y con acceso a internet”, subrayó.
Agregó que el propio Código de la Niñez y de la Adolescencia establece que no solo los niños, sino los menores de edad, no deberían poder ingresar a ningún tipo de sistema que no sea filtrado de contenido y adecuado a su edad, pero muchas veces los padres desconocen o desatienden esa orientación. “Ahí es donde empieza el gran problema, porque los niños pueden acceder libremente a todo el contenido, donde también están inmerso los adultos, sin tener en cuenta que los menudos no están capacitados para absorber y filtrar las informaciones que están teniendo al alcance de sus manos”, sostuvo Alvarenga.
Refirió que hay que entender que hay mucha gente con buenas intenciones dentro del entorno virtual, también existen otras que tienen malas intenciones y directamente hay delincuentes, pedófilos y como se dice en nuestra jerga popular “tekorei” (el que no tiene nada que hacer), que se encarga de difundir cosas poco sanas. “Ante esta situación, los chicos pueden acceder de manera hasta inocente a este tipo de contenido y es un gran desafío generacionalmente hablando”, afirmó.
Por otra parte, según Alvarenga, la idea tampoco es satanizar a la tecnología, sino simplemente que los padres entiendan de alguna manera los riesgos a los que están exponiendo a los chicos, si es que no toman las medidas de precauciones de poder educarlos para protegerlos. “Las tecnologías de por sí son herramientas que pueden ser de mucha utilidad o perjudicial”, concluyó.
