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El Ministerio Público investiga el asesinato de un expolicía, prófugo de la Justicia, ejecutado a tiros de escopeta dentro de su propia casa. El hecho ocurrió el sábado último, en la compañía Itangyu’a de la localidad de Tavaí, en departamento de Caazapá. Se trata de Roberto Ramírez Torres (49), quien estaba siendo buscado tras escapar de la Penitenciaría Regional de Villarrica.
TAVAÍ, Caazapá.- Hasta el momento, todo apunta a un ajuste de cuentas. Los autores fueron tres hombres que vestían ropas camufladas y portaban armas largas, presumiblemente escopetas de calibre 12 milímetros. Una sobrina de la víctima fue testigo presencial.
Según datos, el hoy fallecido se encontraba trabajando con su papá en una chacra, cuando salió del lugar y se dirigió hasta la vivienda, para consumir su medicamento. Instantes antes de llegar a la residencia fue recibido a tiros por los criminales. Los desconocidos le robaron el celular cuando éste ya estaba tendido en el piso, sin signos de vida.
Roberto Ramírez Torres había sido condenado a 12 años de cárcel por haberse encontrado en su poder unos 454 kilos de marihuana prensada. El exuniformado se había escapado de la penitenciaría en el año 2014, donde cumplía la sentencia.
Los antecedentes señalan que en el 2012 Ramírez se desempeñaba como jefe de la comisaría de Moisés Bertoni, cuando fue detenido con el cargamento de droga. El procedimiento de la Secretaría Nacional Antidrogas (SENAD), que terminó con la detención del agente policial, se realizó en la zona de Jahapety, distrito de Caazapá. El jefe de comisaría se movilizaba a bordo de una camioneta Nissan Mistral, tipo ST Wagon, del año 1997, de color verde.
Tras una revisión, hallaron la droga en el interior. Tras el pesaje correspondiente, la carga alcanzó 454 kilos. Los antidrogas dijeron que la marihuana estaba distribuida en 474 paquetes, con un valor aproximado de 16.000 dólares.
