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ASUNCIÓN. La aplicación del Impuesto al Valor Agregado (IVA) agropecuario al parecer es la alternativa al gravamen a la soja y otros granos. Tanto el gobierno como los productores podrían tener allí una coincidencia.
Los propios productores presentaron la propuesta al presidente de la República, Horacio Cartes, la semana pasada antes que el proyecto de Ley que grava las exportaciones de soja sea aprobado en general por el Senado.
La ministra de Hacienda, Lea Giménez, dijo que se debe apostar a un diálogo que busque una propuesta razonable de gravamen al sector agropecuario y consensuada entre todos los sectores involucrados. Aclaró que no está en contra del impuesto a la soja, sino más bien rechaza un impuesto que grave la exportación de cualquier producto, no solo la soja, porque afectaría gravemente a la economía. Es por ello que cualquier tributo que grave la exportación conllevaría al veto del Poder Ejecutivo.
En ese sentido, dijo que aun reconociendo que el sector agropecuario ha incrementado su aporte fiscal desde que en el año 2014 se puso en vigencia la Ley 5061 de generalización del IVA al agro y del IRAGRO, su contribución todavía es muy baja (1,3% en promedio) respecto a los ingresos brutos declarados de otros sectores, que incluso llegan al 9%.
Agustín Konrad, de la Federación de Cooperativas de Producción (Fecoprod), dijo sería la alternativa el IVA agropecuario. “Se está hablando del IVA Agropecuario, y quizás se puede conversar y ajustar; no sé si al 10%, podría ser al 7.5% o Renta al 11% o 12%, que es sobre todo lo que se gana y no sobre lo que se pierde”, adelantó.
Haciendo un cálculo porcentual, Konrad argumentó el motivo de la oposición de rechazo del proyecto aprobado en el Senado. “No podemos permitir que se grave de esta manera, en esta situación. Yo como productor estoy pagando 16.5%, más todos los costos, estoy llegando al 18% de impuestos, más 10% llego a 28% y acá, lejos del mar; sumamos una diferencia del dólar hasta puertos marítimos y llegaremos al 33%. Argentina hoy paga 30% y está prácticamente en la quiebra”.
Héctor Cristaldo, de la Unión de Gremios de la Producción (UGP), dijo que mientras este el proyecto de gravar las exportaciones de soja, que presentó el Frente Guasu, no se puede negociar. Pero el mismo no rechazó la idea.
Entre tanto, algunos analistas económicos indican que aplicar un tributo a las exportaciones de soja, no hará que los productores abandonen sus fincas y dejen se sembrar. Igual, pagando el tributo seguirá siendo un gran negocio sembrar la oleaginosa.
