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Izquierda y Derecha, sacudidas por corrupción

De Lula Da Silva y el procesamiento a Cristina Fernández, a los principales colaboradores de Michel Temer en la cárcel, y Pedro Pablo Kuczynski, de fuerte tinte neoliberal, recientemente destituido. Ninguna de las ideologías tiene el “monopolio” de la corrupción y todas están siendo alcanzadas por los vientos que soplan en contra de la impunidad. Hasta Mauricio Macri está en capilla.

Lula Da Silva, Cristina Fernández, Pedro Pablo Kuczynski y Mauricio Macri.
Lula Da Silva, Cristina Fernández, Pedro Pablo Kuczynski y Mauricio Macri.

ASUNCIÓN.- “El cuento, antes, era que la derecha robaba. Ahora, la izquierda también”, dice el periodista colombiano Rafael Orduz Medina en un artículo publicado en la revista “Las 2 orillas” el año pasado, que empieza diciendo que “la corrupción no tiene color político. Sin embargo, por las pocas oportunidades que ha tenido la izquierda de gobernar en algunos países de América Latina, es devastadora para tales proyectos políticos”.

Los últimos acontecimientos que involucran al expresidente brasileño Luiz Inacio Lula Da Silva parecen confirmar esta teoría, así como pasó antes con la argentina Cristina Fernández.

Es que en un continente como el nuestro, manejado históricamente por la derecha, siempre parecía que la izquierda era la salvación para la gente, y que solamente los gobiernos y sus acólitos, que contaban con la anuencia de los Estados Unidos, eran los corruptos.

Sin embargo, una vez que se puso de moda el Socialismo del Siglo XXI y la izquierda se apoderó de los gobiernos de la región, quedó palpable que el vicio de la corrupción afecta a sus representantes tanto como a sus rivales políticos. Y ahora, que la derecha ha vuelto a recuperar el poder en gran parte de estos países, de nuevo sus líderes están involucrados en escándalos que comprometen seriamente la transparencia de sus gobiernos.

Así pasó con el presidente brasileño Michel Temer, que ha tenido que ver que personas muy ligadas a él fueron a parar a la cárcel, como el exministro Geddel Vieira y el expresidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha.

En Perú, el neoliberal Pedro Pablo Kuczynski se vio obligado a renunciar antes de ser destituido por graves hechos de corrupción, y en Argentina, Mauricio Macri tampoco la tiene fácil.

Ejemplos más que suficientes para ratificar lo que decía Orduz Medina y apoyamos nosotros, que la corrupción no tiene color ni ideología.

No hay que olvidar a Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, que aunque no está procesado, está llevando al debacle a su país, que está sumido en la miseria y los abusos de poder por parte del gobernante.

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