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Jornada inusual

La jornada electoral de ayer en CDE transcurrió básicamente como estaba previsto. Con escasísimo interés por parte de la ciudadanía de la zona, algo  absolutamente inusual en otras compulsas electorales, debido probablemente al hastío de la gente por tantas idas y venidas y el desplazamiento de un  “liderazgo fuerte”, por décadas, como el que ejerció la familia Zacarías en el Alto Paraná.

Luego de muchísimo tiempo también no había mucha competencia, solamente corrían los candidatos colorados y los liberales y demás opositores, solamente participaban por mero trámite, por exigencias de la ley electoral.

De modo que se cumplieron todos los pronósticos respecto de una jornada sin entusiasmo, con mucha apatía y desinterés por parte de electores tradicionalmente apasionados como los de la región.

Si hay algo que elogiar dentro de este panorama, fue la absoluta ausencia de conatos de violencia y fraudes de ningún tipo. Los fiscales electorales y la Policía, ampliamente desplegados, se ganaron el viático gratis ya que no tuvieron prácticamente oportunidad de intervenir y se limitaron a “pasearse” atentamente en los recintos electorales.

Esto también es inusual en el Alto Paraná.  Normalmente las elecciones suelen ser acaloradas, muy disputadas y con un alto registro de incidentes y hechos de violencia de todo tipo.

Meses atrás cuando se iniciaron las denuncias en contra de los Zacarías, los acontecimientos se pusieron candentes, lo que anticipaba problemas de todo orden para esta oportunidad. Pero no fue así, los ciudadanos esteños tomaron las internas con absoluta indiferencia y “no pasó absolutamente nada”.

Algo que quedó bien demostrado ayer, también, es que nada de lo iniciado meses atrás, con la destitución de la intendenta Sandra McLeod, tuvo que ver con la gente y sí con la dirigencia política, y que todo el conflicto era una simple y llana pelea por el botín de la segunda ciudad con mayor recaudación del país.

Posiblemente, lo único que le interesa ahora a la ciudadanía esteña es que las cosas vuelvan a su cauce normal, los comercios puedan abrir sin problemas y las instituciones vuelvan a funcionar.

Muy poca gente estuvo interesada en participar ayer en la definición de los candidatos que el 5 de mayor competirán por ocupar el puesto dejado por McLeod hasta noviembre del año próximo. Siempre se aguardan porcentajes bajos de participación en las internas partidarias, salvo que haya una rivalidad lo suficientemente fuerte, entre dos proyectos y modelos muy diferentes. Se considera que en las primarias solamente participa el voto duro, el del aparato partidario. Pero nunca como antes se notó tanto desinterés, especialmente en la ANR, que era en donde existía la única rivalidad entre dos postulantes.

Los candidatos están confirmados y la suerte echada. Habrá que ver si la dirigencia política aprende la lección y empieza a preocuparse más por la situación de sus electores y deja de pelearse por un pedazo de la torta. Es obvio que para la población de Ciudad del Este, como del resto del país, estos 30 años que transcurrieron del golpe de Estado no pasaron en vano. Ya no quieren seguir siendo los objetos de negociación entre sectores a los que poco les interesan sus necesidades y sueños.

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