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ASUNCIÓN.- Como nunca antes, los comercios formales están siendo afectados por el flagelo del contrabando, que eleva la riqueza de la economía informal, la que no está registrada. Christian Cieplik, presidente de la Cámara Paraguaya de Supermercados (Capasu), protestó fuerte contra los sectores responsables en el combate al ingreso ilegal de productos de países vecinos. Dijo que “está afectando a las empresas correctamente establecidas. Esta práctica ataca directamente al empleo y debe ser combatida por los organismos del gobierno insistiendo con la formalización laboral”.
Asume que el mal es endémico “y estamos alimentando el monstruo de una manera perversa, y es un círculo vicioso. La informalidad está atacando a todos por igual”.
Destacó que “el contrabando no aporta nada al sector que lo ejerce, los vendedores que están en los semáforos seguirán siempre ahí. La diferencia de precios de lo que venden producto del contrabando no los va sacar de la pobreza, sin embargo extiende esa pobreza a otros sectores; castiga a la producción nacional. El efecto está llegando a los productos comestibles, como por ejemplo, la harina, el arroz, el aceite, entre otros”. Cieplik agregó que “tenemos que preocuparnos de los productos básicos que están ingresando del país vecino y que la gente ingiere”.
El efecto inmediato lo sufren los asalariados “porque la informalidad ataca directamente a las empresas legales, que ante esa situación se ven obligadas a recortar salarios o despedir al personal”.
