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La política se nutre de fuentes paralelas, dijo el doctor Jorge Vasconsellos, por un lado, el financiamiento estatal que se aporta a los partidos políticos y, por el otro, los candidatos a cargos electivos se nutren de fondos, cuyos orígenes son desconocidos, sean lícitos o ilícitos. El jurista agregó que con una ley no se va a solucionar nada, ya que para ello está la del Impuesto a la Renta Personal, que no se respeta.
ASUNCIÓN.- Vasconsellos dijo que “el tema que afecta a “Cucho” (el presunto narco Reinaldo Cabañas) y al diputado (Ulises Quintana) sencillamente pone en el escenario una representación teatral de una obra que todos conocemos. La política se alimenta de fuentes paralelas; el financiamiento estatal, que se sostiene con el propósito de evitar este tipo de situaciones, pero financia a los partidos políticos. Y la actividad política real que es la desempeñada individualmente por los candidatos, que se nutre de fondos, cuyos orígenes son absolutamente desconocidos, tanto de carácter lícito como ilícito”.
“Si nosotros pretendemos que eso se va a solucionar de la noche a la mañana con una ley de financiamiento de campañas políticas, estamos equivocados, porque hay que bajar al nivel de las internas, de los organismos políticos de los escalones más bajos inclusive, porque de lo contrario todo va a ser una mera exposición de deseos, de ilusiones”, añadió.
En realidad, el jurista no cree que la solución se dé a través de una ley, puesto que existe la del Impuesto a la Renta Personal (IRP), que tiene el objetivo de ver la licitud de origen de los fondos que conforman el patrimonio de una persona, pero no funciona. “Si el instrumento legal que tenemos, que tiene también ese propósito, no funciona, cómo pretendemos que una nueva ley vaya a funcionar. Vamos a tener la ley, pero se la va a violar”, expresó.
Manifestó que si se respetara la Ley del IRP se podría saber si Cabañas aportó a la campaña de Quintana o de otros candidatos, pero, como nadie la respeta, no se puede saber si es o no cierto el rumor. El IRP “funciona para recaudar, no para controlar y ese era el propósito cuando se hizo la ley. Si uno va al banco y quiere depositar 10 millones de guaraníes tiene que presentar la factura y justificar. Pero los bancos, a esos que tienen perfil alto, así se llaman en prevención de lavado de dinero, no le piden justificación porque son monstruos que se encuentran dentro del giro normal de su negocio. Por eso lo procesan a (Nicolás) Leoz en Estados Unidos y nunca lo investigaron acá. Por eso lo condenan a (Juan Ángel) Napout en Estados Unidos y nunca lo investigaron acá”, expresó.
Y añadió, contundente, “acá es normal que el ladrón o narcotraficante se maneje en altos niveles de movimientos financieros”.
LOS INTENTOS DE FRENAR A LA NARCOPOLÍTICA FUERON ESTÉRILES
Fueron varios los intentos de modificar la ley relativa al financiamiento político, a fin de evitar que el narcotráfico y otras mafias siguieran aportando a las campañas. Sin embargo, sin diferencia de bandería política, la mayoría siempre evita que se hagan modificaciones profundas, porque la plata sucia aporta a todas las candidaturas, no solo a la de un partido.
A fines de agosto pasado, quedó sancionada una nueva Ley de Financiamiento Político que, como gran novedad, establece que las disposiciones regirán también en las internas partidarias, modificación introducida por el Senado, puesto que en Diputados hablaban solamente de las generales y municipales.
Sin embargo, el proyecto de Diputados era más atrevido puesto que prohibía que cualquier persona procesada por la Justicia pudiera aportar a alguna campaña política. El texto que quedó finalmente aprobado fue el del Senado, que dice que solamente si existe una condena firme y ejecutoriada se dará esta prohibición.
Todo esto no son más que tibios intentos por impedir que la narcopolítica, que fuera denunciada por el Senado en noviembre del 2014, siga ocupando bancas en las cámaras del Legislativo.
