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La ola de frío extremo que congela al medio oeste de Estados Unidos con temperaturas más gélidas que en la Antártida y decenas de grados bajo cero, no solo puso la vida cotidiana en el freezer, también dejó el trágico saldo de unos 10 muertos hasta este jueves. Las clases fueron suspendidas y las autoridades instaron a los ciudadanos a permanecer en sus hogares, además se prepararon refugios para 16.000 personas.
CHICAGO, Estados Unidos.- Las temperaturas cayeron a -30° en Chicago y a -37° en Dakota del Norte, en una ola de frío extremo que afecta en total a 250 millones de personas, entre ellas 170 millones, viviendo con 17 grados bajo cero o menos.
Los medios locales confirmaron diez muertes atribuibles al temporal en Illinois, Wisconsin, Iowa y Nebraska. La última víctima habría sido un estudiante de la Universidad de Iowa.
La Policía de Wyomissing, en Pensilvania, informó que al menos 24 personas resultaron heridas, dos de ellas de gravedad, por un choque múltiple de vehículos.
Un dato que llamó la atención fueron los temblores registrados por el frío en Chicago. “¡Pensé que estaba loca! Estuve despierta toda la noche porque no dejaba de oírlo”, dijo la ciudadana Chastity Clark Baker. “Tenía miedo y pensé que era el horno. Seguí caminando por la casa. Tenía las camperas de todos en la mesa por si teníamos que salir corriendo”, agregó.
Pero ese ruido no era un horno listo para explotar, sino probablemente un fenómeno meteorológico tan abrumador como el “firenado” o tornado de fuego: los temblores por heladas.
Una sacudida por helada, o “criosismo”, ocurre cuando el agua subterránea se congela y se expande, causando que la tierra y la roca se quiebren. De acuerdo a WGN, el estruendo generalmente comienza cuando hay una caída repentina de la temperatura.
En tanto, la ola de frío que pareció tener este miércoles su pico más grave continúo este jueves, con fuertes nevadas y vientos helados. Y se espera que para hoy, 20 millones de personas experimenten temperaturas de -28 grados o menos.
Pero la ciudad que se batió todos los récords fue Grand Forks, en Dakota del Norte, donde los vientos congelados llevaron la temperatura a -54° el miércoles a la mañana. Los especialistas advertían que cualquier parte del cuerpo expuesto a ese frío, se congelaría en apenas 5 minutos.
