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La oposición venezolana se movilizó este lunes hacia las sedes del poder electoral, en Caracas y otras ciudades del país, para exigir la celebración de elecciones generales anticipadas, así como de gobernadores y alcaldes, con el objetivo de remover del poder al líder chavista Nicolás Maduro. Las elecciones ya debieron celebrarse en diciembre de 2016, pero el Poder Electoral los retrasó para el primer trimestre del 2017.
CARACAS.- La coalición Mesa de Unidad Democrática (MUD), ratificó la convocatoria y pidió a los venezolanos asumir esta actividad como “un hecho histórico” por el rescate de la democracia. El secretario del Parlamento, José Ignacio Guédez, indicó que la marcha se realizó en las capitales de todos los estados del país, donde la meta fue llegar a las sedes regionales del Consejo Nacional Electoral.
“Que se sepa que necesitamos ya elecciones para gobernadores, para alcaldes, comicios generales”, declaró Julio Borges, titular de la Asamblea. La fecha es simbólica, ya que el 23 de enero se conmemora la caída de la dictadura militar de Marcos Pérez Jiménez en 1958.
El Poder Electoral retrasó para el primer semestre de 2017 las elecciones regionales que debieron celebrarse en diciembre de 2016, sin justificar al detalle la decisión, pese al vencimiento del mandato constitucional de los gobernadores y alcaldes. Por entonces, la oposición acusó al chavismo de no organizar un proceso electoral para así evitar que se añada el referendo revocatorio que por buscaba remover a Maduro del poder.
Por ello, la MUD salió a las calles también para exigir el adelanto de los comicios presidenciales, previstos para diciembre de 2018.
El oficialismo, por su parte, ha descartado un adelanto de elecciones presidenciales y asegura que sólo están previstas las regionales, aunque hasta ahora el CNE no convocó oficialmente ni precisó fechas.
Además, el chavismo organizó una marcha también ayer, en memoria de Fabricio Ojeda, líder revolucionario que participó en el derrocamiento de la dictadura de Pérez Jiménez. La movilización llegó hasta el Panteón Nacional, donde serán trasladados sus restos.
“Lo verdaderamente radical es el hambre del pueblo, la inseguridad atroz que asesina a un venezolano cada 18 minutos, el dolor que traspasa a los niños que mueren por falta de medicinas, la rabia que inunda a los ciudadanos que comen en los basureros”, lamentó en un comunicado Jesús Torrealba, secretario general de la MUD.
El pasado 9 de enero, la mayoría opositora en el hemiciclo declaró en “abandono de cargo” a Maduro, responsabilizándolo de la crisis política y económica del país por incumplimiento de funciones, y exigió llamar a elecciones en 30 días.
La oposición intentó el año pasado marchar hasta la sede del CNE ubicada en el oeste de Caracas, lo que fue impedido por las fuerzas de seguridad del Estado después de que el alcalde chavista del municipio caraqueño de Libertador, Jorge Rodríguez, prohibiera la movilización en el territorio que gobierna.
MADURO REEMPLAZÓ AL PRESIDENTE DEL BCV
Ante la alarmante crisis económica que atraviesa Venezuela, el presidente Nicolás Maduro anunció que el jefe del Banco Central, Nelson Merentes, será reemplazado en el cargo por el diputado y economista Ricardo Sanguino.
El presidente del BCV saliente es una figura criticada por su falta de autonomía.
Merentes, matemático de 62 años, estaba al frente del ente emisor desde 2009, excepto un periodo de ocho meses en 2013, cuando fue ministro de Finanzas del régimen chavista. En enero de 2014 volvió a tomar las riendas del BCV.
“Quiero agradecer todo el esfuerzo que Nelson Merentes siempre ha hecho desde los distintos frentes de batalla, pero quiero que iniciemos una nueva etapa del desarrollo del Banco Central”, manifestó el jefe de Estado.
Sanguino, de 73 años, se ha desempeñado durante los 17 años de gobierno chavista como diputado y fue presidente de la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional, actualmente controlada por la oposición.
“Lo conozco muy bien. Es uno de los hombres más estudiosos y conocedores de la vida financiera, económica y monetaria del país”, aseguró Maduro al presentar al nuevo jefe del BCV, para un periodo de siete años.
Con un modelo estatista e históricamente dependiente de la renta petrolera (96% de sus ingresos), Venezuela, golpeada por el desplome de los precios del crudo, enfrenta una grave falta de alimentos y medicinas, y una inflación considerada la más alta del mundo.
