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La piscicultura fue uno de los rubros más afectados por la crecida del río Paraguay y de sus afluentes en el departamento de San Pedro del Ycuamandyyú. La mayoría de los piscicultores señalaron que prácticamente perdieron la totalidad de su producción, sufriendo una pérdida económica de G. 400 millones. Otros rubros afectados fueron la olería y la agricultura familiar.
SAN PEDRO DEL YCUAMANDYYÚ.- Los piscicultores afectados por la crécida de los ríos pertenecen a la Asociación de Pescadores 8 de Diciembre, de la compañía Puerto Jejuí, de la capital sampedrana. La asociación cuenta actualmente con 46 miembros.
En el 2013, mediante la ayuda del programa Paraguay Rural, del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), la Asociación había construido un moderno local, que cuenta con 6 estanques. La inversión fue de 240 millones de guaraníes, además la Gobernación había donado un tinglado para la comercialización de sus productos.
Para iniciar la producción, los piscicultores adquirieron 10.000 ejemplares de tilapia y 800 de pacú, que luego fueron aumentando.
El presidente de la Asociación, Félix Luján, comentó que con la última crecida del río Jejuí, las instalaciones quedaron bajo agua y los peces que estaban siendo criados para su posterior venta se fueron todos. “Lastimosamente la crecida y el desborde del río Jejuí inundó totalmente nuestro local, que está a solo 50 metros del río. Como consecuencia, se fueron todos los peces y se perdió toda la producción, justo cuando empezábamos a comercializar”, lamentó el piscicultor.
Luján puntualizó que la situación los dejó con grandes pérdidas económicas, igualmente sostuvo que ahora se encuentran prácticamente sin sustento.
“Perdimos más de 400 millones de guaraníes. Se fueron como 1.200 pacú de 2 a 3 kilos aproximadamente, además de otras especies que nos dejaban buena ganancia”, indicó el productor. Continúo diciendo que “lastimosamente esta crecida nos dejó sin nada, porque se inundaron todos los estanques por el desborde del río Jejuí”.
La Asociación pide asistencia al Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) para poder volver a trabajar. “Pedimos a las autoridades la donación de alevines para continuar con nuestra producción”, expresó el señor Félix.
De hecho, la piscicultura no es el único rubro que fue afectado por los desbordes de los ríos en el departamento. La olería también sufrió grandes pérdidas económicas, al menos 90 instalaciones habían quedado bajo agua a inicios del año. Recién en estos meses están recuperando la producción que se había perdido. Así también, la agricultura familiar fue dañada por las constantes lluvias que se registraron durante varios meses en la zona.
