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Comenzó agosto y los árboles de Lapacho predominan con su colorida flor, transformando las calles y ciudades del país en auténticos postales de turismo. Las flores, que pueden ser rosadas, amarrillas y blancas -consideradas como las más codiciadas-, confluyen en una belleza natural que alegra la vista de los ciudadanos. Las flores del tajy son una antesala para la llegada de la primavera.
ASUNCIÓN.- El paisaje que hoy se presenta en las ciudades de todo el país refleja sin duda la inminente llegada de la primavera, ya que los lapachos o tajy comienzan a florecer con el correr de los días.
Evidentemente, el tajy es uno de los árboles más emblemáticos del Paraguay, no solo por sus flores que tiñen en un colorido paisaje todos los rincones del territorio nacional, sino también porque es una especie muy apreciada para la economía y las artes, debido a la resistencia de su madera. Además, es una variedad que ha resistido a las deforestaciones.
Cabe señalar que existen más de seis variedades de tajy, todas y cada una reúnen grandes cualidades.
No obstante, los más conocidos en nuestras calles y avenidas son: el tajy rosado de hojas anchas, el amarillo y el lapacho blanco. Este último es considerado como el más codiciado debido a su escasez, ya que es producto de una reproducción a gajos, no de la plantación de la semilla.
Otra variedad es el tajy hû, que es el más apropiado para la reforestación, no sólo por su predominio en los bosques altos y bajos, sino también por su madera.
ALFOMBRA NATURAL
Una alfombra rosada o amarilla sobre el pavimento o en la vereda indican la presencia de un lapacho en su máximo esplendor. La falta de hojas en estos árboles, que pueden llegar a los 35 metros de altura, permite visualizar sus flores desde largas distancias.
Numerosos poetas, ya han dedicado varias líneas a este preciado ejemplar. Algunos de ellos son: María Luisa Artecona, que escribía “este lapacho fuerte, símbolo de mi tierra, silencioso y perenne palpita en el paisaje, y viste con la estrella primera de la tarde, muselinas de sueño entre la brisa nácar”.
El artista José Luis Appleyard tampoco quedó atrás y en uno de sus tantos poemas, señaló: “Copa de vino añejo que desborda la sutil embriaguez de sus colores, encaje, cromo y luz en el que bordan los pájaros la gloria de sus flores”.
Cabe mencionar que la masiva aparición de árboles florecidos en la vía pública es relacionada con la despedida del periodo otoñal o de temporadas de frío y heladas.
