ENCARNACIÓN.- Sabemos que la canasta familiar es un conjunto de bienes y servicios de primera necesidad. Tiene como principal función, el de servir de referencia para el cálculo de los índices de precios generales de bienes en el país. La variación de los precios en estos bienes depende de otras variables, como el clima o el combustible, etc.
Según manifestó Pedro Brítez, con la última suba del combustible, “vimos el aumento en los precios del pasaje y los productos principales de nuestra mesa, como la leche, huevos, azúcar, queso, aceite, arroz, tomate, panificado, etc.”
“También sentimos el impacto económico a la hora de circular con nuestros vehículos, como en mi caso. En mi auto cargaba combustible diesel por un importe de G. 20.000 por día, con eso realizaba mi rutina, de ir al trabajo, al mediodía llevar a los chicos a la escuela, el trabajo y de regreso a casa. Sin embargo, ahora hago el mismo recorrido, pero cargando por un importe de G. 30.000 diarios. Si hacemos el cálculo mensual, solo en combustible se gasta cerca de G. 900.000, casi la mitad de un sueldo mínimo que se paga en Paraguay”, apuntó.
Los entendidos en la materia destacan que, con el incremento salarial decretado por el gobierno, no se experimenta ningún cambio, pero con el combustible y los productos básicos de la canasta familiar, constantemente se mantienen variables en los precios que, en vez de disminuir, aumentan silenciosamente. En ese aspecto, a la hora de realizar las compras con el mismo monto de dinero se adquiere menos, se nota a fin de mes y el trabajador tiene cada vez consumo mayor comparado con el año anterior.
“Cuando se anuncian nuevas modificaciones en los precios del combustible, siempre los más afectados somos las familias humildes, pero a la hora de reducir, todo queda en el famoso oparei”, dijo Pedro Brítez.