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El candidato a vicepresidente de la República por Colorado Añetete, Hugo Velázquez, empieza a delirar tras ser sacada su hermana de un cargo de confianza de la ANDE, aunque sigue cobrando el jugoso salario; además de otros hechos donde sus familiares están colgados por el erario público. Advierte que no habrá el “abrazo republicano”. Esto viene a reforzar los rumores de que los disidentes planean una traición a la ANR en las elecciones generales del año próximo.
ASUNCIÓN.- Según Velázquez no habrá “abrazo republicano” en el caso de que pierdan las internas, por la persecución de Honor Colorado a disidentes, a quienes echan en masa de entes públicos. “No creo que se dé el abrazo de esta manera”, dijo el parlamentario, referente a la destitución de su hermana Carmen Velázquez, de la Dirección de Prensa y Protocolo de la Administración Nacional de Electricidad (ANDE).
Posteriormente, el mismo se desdijo y expresó, “sí se va a dar el abrazo republicano, porque vamos a ganar y vamos a poner la casa en orden”. Aseguró que está confiado en la victoria de Colorado Añetete en las internas del 17 de diciembre, aunque, caso contrario, insistió que no se logrará la unidad.
Para justificar el jugoso salario que gana su hermana en la ANDE, Velázquez acotó, “es tanta la caradurez de esta gente que le echa a la gente que no comulga con ellos. ¿Cómo esperan que aquel perseguido le abrace al perseguidor?”. Resaltó que el “ensañamiento” contra sus familiares es porque truncó los afanes reeleccionistas del presidente Horacio Cartes.
Según los datos, varias de los familiares del diputado Velázquez están colgados a los recursos del Estado. Está su hermano, quien pretendía ser comandante de la Armada; uno de sus hijos también recibía jugosos salarios como jefe en Itaipú y así como su nuera quien ocupa un cargo en la binacional.
Cabe recordar que Juan Afara, Hugo Velázquez y Luis Castiglioni fueron cartistas “fanáticos”, luego creyeron que con el movimiento Añetete, encabezado por Mario Abdo Benítez van a obtener más zoquetes, agarraron la garrocha y saltaron olímpicamente a las filas de la disidencia.
