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ASUNCIÓN.- Después de 19 años parecía que todo estaba listo para que finalmente se firme el acuerdo entre la Unión Europea y el Mercosur, pero aparecieron los ganaderos galos con sus vacas, y pusieron la traba. Los productores franceses son muy influyentes y están ejerciendo una fuerte presión.
Los cancilleres del Mercosur que hoy realizan una nueva ronda de reuniones en la capital del país, no lo admiten públicamente, pero hay un obstáculo difícil de traspasar. La posición de Francia de no admitir la producción de carnes del bloque sudamericano, argumentando que tienen hormonas, especialmente las de Brasil y Argentina.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, prometió al sector ganadero de su país que no permitirá el ingreso de “carne con hormonas”, publicaron varios medios de prensa europeo.
El 23 de febrero, una multitud de veinte mil productores protestó contra el acuerdo UE-Mercosur. Durante el último fin de semana se reunió en el Salón de la Agricultura de París. Allí el presidente francés fue silbado por el acuerdo con el Mercosur y la prohibición al uso de glifosato en 3 años.
Macron aprovechó la oportunidad para invitar a mil agricultores jóvenes a comer en el palacio del Eliseo y escuchar allí sus reclamos. Su promesa fue que “No habrá jamás carne con hormonas en Francia”. Y aseguró que van a “controlar en las fronteras la trazabilidad y las normas de medio ambiente”.
De sellarse el acuerdo entre la UE y el Mercosur podrían ingresar hasta 70 mil toneladas anuales de carne bovina a Europa. Pero también ahora aparece la preocupación de los productores con la importación de pollos desde Brasil.
“Acuerdo Unión Europea -Mercosur. Productores y consumidores en peligro”, rezaba un cartel que se puso en el Salón de la Agricultura, que se realizó el pasado fin de semana en París.
