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Los senadores quedaron en ridículo, le desespera a la clase de políticos criollos y con sus acciones defraudan al pueblo paraguayo, con sus actos demostraron todo lo contrario, en relación a la actual administración del presidente de la República, Horacio Manuel Cartes Jara. Su eficiente labor al frente de la primera magistratura de la Nación, va de contramano a los preceptos ya folclóricos y lamentables de los que llegaron a ocupar el sillón de los López, con la firme intención de robar y rapiñar el escuálido erario público.
Esto ha sido demostrado por los 23 senadores de todos los colores en la última sesión de la cámara alta cuando se trató la figura de la reelección presidencial por vía de la enmienda, y lo más lamentable es la actuación de algunos parlamentarios del mismo sector oficialista quienes hipócritamente “aplaudían” la gestión del presidente Horacio Cartes.
Muchos de los que votaron tienen pésimos antecedentes como autoridades en su momento, al frente de las instituciones públicas del Estado. Se pasaron chupando como garrapatas de las miéses del erario público, llevando una vida suntuosa y de palaciega, como si fuesen los dueños de cuanta riqueza pertenece a todo un pueblo.
Horacio Cartes está muy bien posicionado en el corazón de la familia paraguaya, su accionar a favor de su pueblo está demostrado en números, y eso le desespera a la clase política corrompida de nuestro país, empotrada en todas las agrupaciones partidarias.
El Paraguay avanza muy acelerado con la actual administración de este presidente que supo granjear la confianza de su pueblo, que le otorgó su voto de confianza en las urnas hace tres años en toda la geografía nacional, al que no defraudó.
La clase política criolla que pasaron por las instituciones públicas de nuestro país, defraudaron con sus acciones, con bajas calificaciones, hoy día están estigmatizados por este mismo pueblo consiente, producto de sus malísimas acciones.
Horacio Cartes les dio públicamente magistrales clases de un buen y patriótico gobierno, cuando las intenciones son diferentes y se abraza la causa en pos de un mejor nivel de vida en favor de los compatriotas. Eso está demostrado por este actual gobierno, y se constituye en las principales molestias y preocupaciones de muchos actores políticos partidarios a quienes se les pararon en su intención de seguir desangrando y robando a las administraciones del Estado. Están las intenciones de poner palo a la rueda del desarrollo, con el afán de frenar que siga gobernando para todos los paraguayos por otro periodo más en pos de una buena administración sin exclusiones.
Pero…, parece que no está dicha la última palabra en frenar las buenas y altas calificaciones de este actual administrador del Estado paraguayo. Además, 23 parlamentarios de la senaduría no pueden atribuirse la representativa de todo un pueblo elector que orilla la cifra de unos cuatros millones de votantes en el país.
