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ASUNCIÓN.- Ni bien se dio a conocer la resolución del juez Alcides Corbeta sobre la solicitud de la bicameral del “caso Messer”, de que exija a Horacio Cartes a comparecer ante sus miembros, lo primero que dijo el trucho Rodolfo Friedmann fue que estaba satisfecho de que el magistrado haya reconocido la legalidad de la CBI, lo cual presentó casi como logro, como si fuera una suerte de reivindicación.
Pero nadie cuestionó nunca la legalidad de las comisiones bicamerales de investigación; al contrario, en varias ocasiones han servido de ayuda a los órganos jurisdiccionales. Lo que sí se critica es la falta de legitimidad de la actual CBI, primero, porque está presidida por alguien que ni siquiera es senador electo y proclamado, es decir, que usurpa una banca que no le pertenece. Y segundo, porque fue creada no para investigar nada, sino para perseguir, abierta y alevosamente, al expresidente Horacio Cartes.
Lo gracioso de todo esto es que la reacción de Friedmann fue ni bien se conoció la resolución judicial, dando a entender que era una suerte de premio consuelo, ya que Corbeta no había resuelto a favor de su denuncia. Sin embargo, enseguida los medios amigos dieron la vuelta los hechos y presentaron la decisión del magistrado como si fuera a favor de la CBI. Hasta el trucho se habrá sorprendido.
