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La Cámara de Diputados postergó para la próxima semana el tratamiento del veto parcial del Ejecutivo a la Ley que reglamenta la pérdida de investidura de los legisladores, a fin de aguardar el dictamen de la Comisión de Asuntos Constitucionales. Hay suficiente mayoría para impedir que la cámara se ratifique, y así la objeción quede firme.
ASUNCIÓN.- El veto parcial del Ejecutivo puso las cosas en su lugar y evitó que la reglamentación del artículo 201 de la Constitución, que habla de la pérdida de investidura de los legisladores, se convirtiera en un “autoblindaje”, teoría que impulsó el diario ABC, y a la que se sumaron después legisladores de la oposición que, en un primer momento, estuvieron de acuerdo con la ley.
El Ejecutivo objetó el artículo que disponía que para expulsar de su banca a un legislador se necesitara sentencia judicial previa, porque ese es un requisito que no se exige ni siquiera para condenar vía juicio político al presidente de la República ni a los ministros de la Corte, lo que crearía una situación injusta, puesto que de esa manera los legisladores tendrían más garantías que los titulares del Ejecutivo y el Judicial.
Sin embargo, opositores y medios de comunicación no quedaron conformes porque ellos querían el veto total a la ley, puesto que también cuestionan que para la pérdida de investidura de un legislador se necesite mayoría absoluta de 2 tercios. Pero este artículo no fue objetado por el Ejecutivo, puesto que es la misma cantidad que se requiere para condenar y echar del cargo al presidente y a los ministros de la Corte, es decir que, en ese caso, la situación es igual para los integrantes de los 3 poderes del Estado.
En un primer momento, el proyecto no tuvo ninguna objeción e, incluso, llegó a ser aprobado sobre tablas en la Cámara de Diputados. Pero ni bien ABC inició la campaña que denominó en contra del “autoblindaje”, hasta la misma proyectista, la “independiente”, Olga Ferreira, cambió de actitud, y ahora resulta que todos los que votaron a favor de la norma están “arrepentidos”, simplemente porque otra vez permiten que el diario de Zuccolillo les marque la hoja de ruta.
La necesidad de reglamentar el artículo mencionado de la Constitución surgió luego de que el Senado, a tambor batiente y con simple mayoría, echara de la cámara a Óscar González Daher, sin darle siquiera derecho a la defensa y sin permitirle renunciar, llegando al absurdo de que para suspenderle provisoriamente sus fueros se necesita una mayoría calificada, y para echarle, no.
