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ASUNCIÓN.- El PLRA tiene encima, desde hace varias décadas, el estigma del fraude. Siempre hay denuncias luego de elecciones internas partidarias en contra del oficialismo partidario, sin importar quien está al frente. En el 2007, Carlos Mateo Balmelli denunció las internas que convirtieron a Federico Franco en acompañante de Fernando Lugo en la dupla presidencial.
Siempre que se realiza una interna liberal, los perdedores terminan denunciando a los ganadores por fraude, asegurando que se les robaron las elecciones. Uno de los casos más sonados fue el de Mateo Balmelli, en 2007, cuando denunció al Tribunal Electoral Independiente por haber alterado los resultados de la elección del candidato partidario a la Vicepresidencia de la República, para beneficiar a Franco.
En ese entonces, como ahora, la oposición había suscrito una alianza electoral, aunque en el 2007 el PLRA iba como acompañante de Lugo, un candidato independiente que había congregado un impresionante apoyo popular. Franco y Mateo compitieron por la candidatura a vicepresidente y ganó el primero, quien era representante del oficialismo partidario de ese entonces.
Aunque no con tanta promoción mediática, siempre hay denuncias de fraude en las internas liberales, sin importar los cargos que están en juego. Parecía que esta vez, con la aceptación de los resultados por parte de Mateo Balmelli, quien, además, aceptó ser jefe de campaña de la alianza GANAR, entre el PLRA y Frente Guasu, y otros sectores de la oposición, por primera vez no habría cuestionamientos al TEI y al juzgamiento de las actas.
Además, la actitud de los representantes del llanismo, conciliadora y buscando la unidad, hizo que todo el mundo pensara que, esta vez, la cuestión sería diferente y habría total aceptación a los candidatos liberales electos para competir en las elecciones presidenciales de abril próximo.
No podíamos estar más equivocados. Resulta que desde el inicio del juzgamiento de las actas, el Equipo País, de la Lista 100, denunció al TEI por adulterar las actas para beneficiar al grupo de Salyn Buzarquis. Ambos sectores participaron de las internas como parte de la Alianza Grande, que suscribieron todos los movimientos que apoyaron la candidatura de Efraín Alegre. O sea que hay más de lo mismo. Los que pretenden “venderse” como la alternativa de transparencia y honestidad son los que viven con el estigma de la trampa y el fraude.
