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ASUNCIÓN.- De concretarse lo supuesto por el Equipo Joven del PLRA, de que tendría mayoría en la convención partidaria prevista para el próximo 25 de febrero, el golpe de timón que daría el partido sería muy grande. La intención del llanismo es que se decida apoyar la reelección vía enmienda. Si gana el oficialismo, por el contrario, se planteará la expulsión de quienes apoyen el proyecto.
En una reunión de directorio, en la que solo asistieron miembros que pertenecen al oficialismo, se decidió que la próxima convención se realizaría el 25 de este mes, en la ciudad de Coronel Oviedo. En ese momento parecía que la cuestión iba a ser algo así como soplar y hacer botellas, puesto que el efrainismo estaba convencido de tener una cómoda mayoría de convencionales y el tema de fondo debía ser establecer sanciones, hasta la expulsión, a legisladores del llanismo que se muestran a favor del proyecto de enmienda, desobedeciendo la orden que dio la convención anterior.
Pero el Equipo Joven no se había quedado de brazos cruzados, y su contacto con dirigentes y convencionales pertenecientes al oficialismo eran permanentes y parecen haber empezado a dar sus primeros frutos. Es justo reconocer que más que del llanismo, el mérito de todo esto es del propio Efraín Alegre, quien, con su actitud presuntuosa y dictatorial ha empezado a perder adeptos de manera increíble e inesperada para él.
Dirigentes del interior de la talla de los diputados José Ledesma, Juan “Ancho” Ramírez y Ramón Gómez Verlangieri han reconocido estar hartos de la prepotencia de Alegre y de su poca predisposición para el diálogo. Hay que entender que a meses de las internas y poco más de un año de las elecciones generales, es un imperativo que el PLRA logre la unidad para así lograr un papel más o menos digno en la contienda más importante del calendario electoral nacional.
Así que estos 3 diputados no se encuentran tan resistentes a la posibilidad de acercarse al Equipo Joven, y detrás de ellos aumentaría el número de convencionales puesto que son dirigentes con mucho arrastre en sus respectivas localidades.
Según Ramírez, lo que ocurre es que “hay una falta total de diálogo; yo no sé qué puede quedar del partido al término de un enfrentamiento tan intenso. Si nosotros seguimos de esta manera, sin la capacidad de que se sienten a dialogar los líderes, seguiremos teniendo un partido dividido, el cual no es garantía para un proceso electoral. Llegaremos reventados en el 2018”.
DOS PARTIDOS MUY DIFERENTES
El efrainismo y el llanismo pertenecen al PLRA, pero tienen una visión absolutamente diferente de la realidad política nacional, y en el supuesto caso de que el Equipo Joven logre imponer su mayoría en la convención del próximo 25 de febrero, la actitud del partido sería diametralmente opuesta a la que sostiene en este momento.
Las diferencias no son de forma sino de fondo, por lo tanto si el efrainismo logra la mayoría, planteará la expulsión de quienes desobedecen el mandato partidario de rechazar la reelección en cualquiera de sus formas. Si, por el contrario, es el llanismo el que logra imponerse, conseguirá que el partido de una profunda vuelta de timón y de rechazarla pase a apoyar activamente la reelección vía enmienda.
En total son 541 convencionales los que participarán de la reunión del 25. La senadora Blanca Fonseca, del Equipo Joven, aseguró que su sector ya tiene 330 a su favor, lo que implica más del 50%, con lo que conseguirían el apoyo partidario a la enmienda. Esta sería una derrota de la que le costará mucho sobreponerse a Alegre y la muerte definitiva de su esperanza de ser candidato del partido para la Presidencia de la República.
