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Lo que empieza mal, termina mal

La posibilidad de que los funcionarios de la Municipalidad de Ciudad del Este vayan a la huelga pone en evidencia que la intervención de la comuna está a un paso de llevar al caos y la quiebra a la entidad.

Desde que empezó su “intervención” Carolina Llanes, designada por el presidente Mario Abdo Benítez y con aparentes instrucciones de una conclusión en contra de la intendenta Sandra McLeod, es más el tiempo que dedica a aparecer en los medios, cuestionando a la administración, que trabajando para encontrar pruebas de lo que ella dice que ocurre.

Para colmo, todo el funcionamiento de la municipalidad está paralizado. No se recauda nada, ni en materia de impuestos ni otros servicios, lo que contradice claramente el espíritu de la ley, que dice que una intervención no debe impedir el normal desarrollo de las actividades de la administración municipal. Lo único que debe cambiar en ese tiempo es la cabeza, que del intendente pasa al interventor, pero sin impedir que todas las dependencias sigan trabajando con absoluta normalidad.

Esto no se cumplió desde el inicio, ya que Llanes empezó su intervención persiguiendo a los funcionarios que se mantienen leales a la intendenta, sin importarle que con eso lo único que consiguió hasta ahora es que las actividades se paralicen, y boicoteando cualquier intento de “normalidad” que hayan pretendido los directores y demás responsables del municipio.

No se recauda nada, así que no hay dinero en caja, no se pueden pagar salarios ni indemnizaciones a quienes la interventora decidió despedir. El caos y la desesperación se sienten en cada oficina, cada pasillo de uno de los municipios más importantes del país, por el nivel de recaudación que acostumbra tener y el intenso movimiento diario. Hasta los mismos ciudadanos de la capital del Alto Paraná, acostumbrados a pagar sus impuestos, ahora se resisten a hacerlo ante la desorganización, la espera, la falta de previsiones y la carencia de procedimientos que antes estaban preestablecidos.

Mientras todo esto ocurre la interventora vive dedicada a los medios de comunicación y a los ataques en contra de la administración McLeod, demostrando lo que dijimos antes, que llegó a Ciudad del Este ya con el dictamen desfavorable bajo el brazo, obedeciendo instrucciones precisas que proceden de Colorado Añetete, lo que deja ver a las claras que esta es una intervención política y no administrativa.

Todavía no hace un mes que se inició la intervención de la comuna, y nadie puede imaginar siquiera lo que ocurrirá en los dos que restan antes de que Llanes eleve su dictamen a la Cámara de Diputados. Si le bastó tan poco tiempo para armar tanto desastre, es impensable lo que podría llegar a hacer en el tiempo que resta.

Es una vergüenza lo que está ocurriendo en la capital esteña. Y mucho más la actitud del presidente de la República, que llegó hasta allá a “dar su apoyo” a la interventora, lo que significa que le dio carta blanca para que siga armando todo el despelote que se le antoje.

Es un caso donde se aplica perfectamente el axioma. Lo que empieza mal, termina mal.

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