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ASUNCIÓN.- Para la mayoría de los países miembros de la OEA, Nicolás Maduro es “presidente ilegítimo”, y en Venezuela se produjo una “ruptura del orden democrático”. Estas situaciones fundan la suspensión de este país como miembro y se solicita la aplicación inmediata de sanciones. El canciller paraguayo, Eladio Loizaga, quien condujo las deliberaciones en Washington (EE.UU.), dijo que se debe llegar con ayuda humanitaria al país caribeño.
La situación en Venezuela, a partir de las últimas elecciones presidenciales, de donde salió “victorioso” el actual mandatario, Nicolás Maduro, considerado como “ilegítimo”, se vio agravada por la falta de aprobación del mismo a la ayuda humanitaria que contribuya a aliviar la crisis que atraviesan los venezolanos en este sentido. Esta crisis se torna bastante más sensible y delicada, porque constantemente los venezolanos vienen clamando una intervención internacional a fin de paliar la difícil situación que atraviesan, ya que se hallan fustigados por el hambre y la falta de medicamentos en los hospitales.
El canciller Eladio Loizaga, bajo cuya presidencia se desarrolló la histórica Asamblea de la OEA, en declaraciones a la prensa afirmó, “con 19 votos a favor hemos aprobado la resolución para suspender a Venezuela de este organismo internacional”. Y al mismo tiempo hizo un llamado también a los otros países para que “apliquen sanciones al régimen de Maduro”, pero sin que esto represente ahondar en la “crisis humanitaria” que viene soportando desde hace años este país.
De esta manera se aplica el Art. 21 de la Carta Democrática, que da razón de la ruptura del orden democrático en el mencionado país, cuya última elección es considerada por la mayoría de los países de esta parte del continente como “carentes de legitimidad”, debido a la manera muy irregular en que se ha desarrollado. Por lo tanto, el documento aprobado por los miembros de la OEA declara carentes de legitimidad a las recientes elecciones presidenciales del pasado 20 de mayo y reitera que Venezuela vive una ruptura del orden constitucional.
Por otro lado, Loizaga abordó la necesidad de restablecer el respeto a la Constitución Nacional en el citado país, que se devuelva el reconocimiento a la Asamblea Nacional; esto con el objetivo de lograr nuevamente el equilibrio de poderes, única garantía de respeto a los principios democráticos y por ende, los Derechos Humanos.
La duración de esta sanción, de gran relevancia, deberá estar sujeta a la desaparición de la causa que la ha originado. Lo que se plantea a través de esta comunidad internacional es que se respete la dignidad del pueblo venezolano, que no se sigan violando sus derechos más básicos y elementales en nombre de un régimen considerado hasta de dictatorial por los gobiernos donde se vivieron elecciones también en los últimos meses del año.
El canciller Loizaga insistió en la necesidad de acelerar los procesos para poder llegar con ayuda humanitaria a Venezuela, porque se evidencian a diario necesidades apremiantes que ya no pueden ser equiparados a los trámites diplomáticos, cuyos plazos no siempre se ajustan a los plazos de la gente.
