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MÉXICO.- El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, confirmó el anuncio del canciller Marcelo Ebrad, hecho en Washington, del despliegue de 6.000 efectivos de la nueva Guardia Nacional (GN) en la frontera sur con Guatemala.
«Ustedes saben que se está creando la Guardia Nacional y va a tener presencia en todo el país, desde luego en la frontera sur, en la frontera norte, en todo México (…), lo que dice él [Ebrard], lo avalo, lo apoyo», respondió el mandatario en su conferencia de prensa diaria.
Sin embargo, descartó responder a una pregunta acerca de si esa medida fue planteada a cambio de que el presidente de EEUU, Donald Trump, no imponga aranceles escalonados a las importaciones de todos los bienes mexicanos a partir de este lunes, comenzando con un cinco por ciento, si su Gobierno no detiene las caravanas de migrantes.
Admitió, no obstante, que la misión de la GN será frenar el flujo migratorio, dado que «tenemos por ley que hacerlo, que se respeten los derechos humanos y se atienda el problema de fondo, la falta de trabajo y oportunidad en los países centroamericanos».
López Obrador enmarcó la medida como parte del surgimiento de la nueva corporación que comenzará a operar oficialmente con 80.000 efectivos el 30 de este mes para combatir al crimen organizado y garantizar la seguridad pública.
El presidente expresó su satisfacción por la marcha de las negociaciones en Washington entre la delegación, que encabeza el canciller mexicano, con altos cargos de EEUU, liderados por el vicepresidente Mike Pence y el secretario de Estado, Mike Pompeo.
El jefe del Ejecutivo se mostró confiado en el ritmo de las negociaciones, a pesar de que la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, dijo el mismo 6 de junio que «nuestra posición no ha cambiado, de momento nos aprestamos a adoptar aranceles».
El mandatario mexicano indicó que «hay tiempo, porque si se aplican las medidas de cobrar tarifas a México empezarían a llevarse a cabo el lunes [10 de junio], todavía es viernes y hay diálogo, se puede llegar a un acuerdo».
También declinó responder si México está dispuesto a jugar el rol de «tercer país seguro» para migrantes de otros países, para permitir que EEUU pueda deportar a territorio mexicano a los solicitantes de asilo, mientras son tramitadas las peticiones.
Las autoridades migratorias mexicanas informaron a sus contrapartes que, en seis meses (diciembre a mayo 2019), han recibido más de 24.500 solicitudes de refugio, y acogido a casi 9.000 migrantes «retornados de EEUU», mientras esperan audiencia ante tribunales de inmigración.
México argumenta que ha otorgado 250.000 visas de trabajo a centroamericanos, restringidas al sureste del país, y que sin sus medidas llegarían 500.000 personas a su frontera norte.
En ese lapso, más de 80.000 migrantes han sido deportados de México, mientras que EEUU dijo, en el marco de la negociación, que solo en mayo han sido detenidos en su frontera sur más de 130.000 indocumentados. Sputnik.
